"El chiste es atemporal, y eso es lo que hace que nuestro humor permanezca"
Horacio "tato" turano. miembro de Les Luthiers
El veterano sexteto que mezcla música, parodia y humor acturará en el Martín Carpena el 3 y 4 de marzo
En 2017 recibió el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades
-Comenzó en Les Luthiers en el año 2000, ¿qué destaca de todo este tiempo?
-Por empezar, el peso de la responsabilidad de pertenecer a una empresa, un grupo artístico que lleva la cultura de mi país a todo el mundo de habla hispana; la responsabilidad de continuar con el camino que han hecho los fundadores del grupo, que lo han convertido en una institución única, porque el humor que hacemos es diferente realmente a todo lo otro que se ve, no hay imitaciones. Por un lado esa responsabilidad. Y por otro lado un placer enorme de tener en mi carrera esta estrella que es Les Luthiers. Es como una bendición, yo me siento representante de mi país y por otro lado un artista al que todo el mundo hace referencia siempre con buenas expresiones. Entonces veo que el esfuerzo de seguir continuando con esta historia da resultados y se ven, y la gente y la prensa también lo reconocen, es una lección.
-El mundo cada vez aparenta más loco con personajes como el presidente Trump, ¿se parece cada vez más a un espectáculo de Les Luthiers?
-Bueno, digamos que los espectáculos de Les Luthiers empezaron parodiando a las representaciones de la música clásica, de la ópera, etc. Depende del ángulo desde donde lo mires es posible que todo lo que está ocurriendo tenga un piso de poder ser imitado o parodiado con más facilidad, porque las cosas que están sucediendo no ocurrían y son cada vez más alocadas, como tú dices. Pero bueno, nosotros no tenemos la conducta de elegir los espectáculos o inventar nuestros 'sketches' o cuadros en base a lo que está ocurriendo en la realidad. Siempre tenemos personajes ficticios, situaciones cotidianas, pero que se las asignamos a personajes que no están en las revistas ni en los periódicos, ni en el tiempo. Con decirte que, por ejemplo, en este espectáculo ¡Chist!, que vamos a llevar ahora por fin a Málaga y a Canarias, hay un número central que es el de los políticos. Son dos políticos corruptos que van a pedirle a un músico de cumbia que reforme el himno nacional para su conveniencia, y cada vez que hemos presentado esto los dos años anteriores en España nos han preguntado si esto venía como anillo al dedo de lo que estaba pasando con la corrupción en España. Y en realidad la respuesta fue siempre la misma, que es la única y verdadera: nosotros escribimos esto en el año 1996 y no le hemos corregido nada, simplemente que el mundo fue virando y la corrupción que antes se dio en tal lugar ahora se da en este otro. Y bueno, el chiste es atemporal, la idea del chiste es atemporal y eso es lo que hace que nuestro humor permanezca en el tiempo.
-A pesar de esa atemporalidad, ¿es necesario reivindicar y actualizar el humor, la música y el arte?
-Sí, por supuesto. Nosotros medimos constantemente, función tras función, la respuesta de la gente, generalmente en el chiste. Tratamos de que el público esté constantemente riéndose. Cuando vemos que el mismo texto lo escribimos para la Argentina y de pronto lo llevamos a España y en tal momento donde había una carcajada ya no la hay, ahí revisamos, porque es posible que haya algo que no se entienda, no en las palabras, pero sí en el sentido. Entonces le vamos cambiando la forma o eliminamos el chiste. Y por supuesto que la música es algo que es muy valioso para nosotros, le prestamos mucha atención. Cuando encaramos un género musical lo estudiamos y lo perfeccionamos para que suene como realmente tiene que sonar, no es una improvisación, la música es un agregado de lujo para el texto o la carcajada.
-¿Piensan introducir nuevos instrumentos y composiciones?
-Bueno, como siempre. Con respecto a los instrumentos nosotros tenemos un luthier, que es el luthier de Les Luthiers, que es la persona o el inventor, el realizador, que, de pronto nosotros tenemos una idea, se la comunicamos a él y él la desarrolla, presenta una maqueta, un boceto, y vemos si eso puede rendir o no puede rendir, si nos gusta estéticamente o no, si suena como nos gusta o no, y vamos perfeccionando a diario. Hace muy poco nos presentó un instrumento hecho con pavas silbadoras y otros elementos que ahora no recuerdo, que es muy probable que se mejore y en algún momento se estrene en algún espectáculo. Y con respecto a escribir nuevas obras, estamos un poquito vagos por diferentes razones: la más importante es que las antologías como ¡Chist! y las dos que empezamos a hacer luego -que son Viejos Hazmereíres y Gran Reserva, que en estos momentos está rodando aquí en Buenos Aires- son antologías, o sea, selección de obras muy graciosas y muy pedidas por la gente y realmente nos está yendo muy bien con eso, con refrescar viejas obras, lo cual hace que, bueno, por el momento no estemos escribiendo demasiado. Pero sí estamos escribiendo, algunas cosas, algunos bocetos estamos haciendo para en algún momento tal vez, intercalar en alguna antología algo nuevo.
-Entonces, ¿tenemos Luthiers para varios años?
-Mira, esperamos que sí. Realmente cuando falleció Daniel fue un golpe muy fuerte y nosotros decidimos continuar sin él y continuamos muy bien. Luego se retiró Núñez y también pensamos que ahí iba a ser mucho más difícil porque ya faltaban dos de cinco. Sin embargo, el quinteto se transformó en sexteto y te digo que estamos muy felices de ver cómo está la sala, aquí en Buenos Aires, y cómo ha estado en distintos lugares del interior de la Argentina, como también en Lima (Perú), y nos reciben con aplausos, de pie, y, bueno, eso hace que podamos pensar que tenemos Luthiers para rato. Así que espero que sí, todos esperamos que sí.
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