Cultura

Un concierto de toque intimista

Volvemos a disfrutar un año más del Ciclo de Música Contemporánea de Málaga, ya en su decimocuarta edición, una cifra que no deja de sorprender, dada la escasa ayuda que reciben estas corrientes musicales especialmente en nuestro país. Y este año nos proponen un cartel casi enteramente formado por compositores nacionales, lo que no deja de ser un buen gesto para el impulso de nuestra música, mientras no se convierta en una cámara hermética en la que dejemos de tener los oídos abiertos a lo que ocurre más allá de los Pirineos.

El Trío Círculo nos ofreció un recital muy intimista, en el que destacó la Évocation de Frederic Mompou. La obra no es sino una adaptación de sus Cinco melodías sobre textos de Paul Valéry, y debido a su naturaleza originalmente vocal, posee un encanto lírico especial, lleno de melancolía, todo muy sencillo, hermoso y aforístico, como suele ser característico en su música, y como también lo es en los poemas de Valéry, que fueron recitados antes de cada pieza, y no necesitaron de traducción, por ser de una gran belleza sonora implícita.

El Tríptico Romano de Roberto Pineda fue estreno absoluto. Pieza de claro enfoque neoclásico con regustos modales e impresionistas y un concepto de lo camerístico que recuerda a Poulenc. Y es que Pineda se confiesa un tradicionalista no muy dado a las innovaciones, al contrario que el fantástico Trío con piano nº1 de Luis de Pablo, compositor homenajeado en este ciclo y uno de los mejores representantes de la vanguardia desde los años 50, uno de los compositores más inquietos y flexibles. La obra en cuestión presentaba tres movimientos inspirados en formas geométricas, siendo el primero el de factura más conseguida, representando arabescos a través de lo sinuoso de las formas melódicas y el puntillismo. La interpretación fue más que correcta, exceptuando algún desliz en la seguridad del violín. No nos importaría ver más a este trío.

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