Los cuentos artesanos de Peter Edgerton
El músico inglés afincado en Málaga debuta esta tarde en el Albéniz como cineasta con 'Un paso por delante', un cortometraje de ficción a modo de fábula escrito, dirigido y producido por él mismo
Cuando se habla de la magia del cine la mirada se dirige enseguida a lo que sucede en la gran pantalla. La posibilidad de reinventar mundos es su territorio y el espectador se olvida por unas horas de la dificultad que conlleva el proceso de creación previo. A Peter Edgerton le gusta "inventar cuentos". Con la imaginación como único recurso, un día decidió convertirse en mago, aparcar la guitarra y vivir la experiencia de rodar un cortometraje de la manera más artesanal posible. Se rodeó de buenos amigos, profesionales del audiovisual, les confió su idea y en cuatro días dio forma a su fábula. Esta noche (a las 21:00) comprobará el éxito de su propuesta en el cine Albéniz ante más de 300 invitados.
Un paso por delante da nombre al relato en imágenes de un músico, que no se confiesa cinéfilo pero sí amante de "la creatividad". Si su historia de 24 minutos despierta aplausos a su autor le gustaría contar con más fechas de proyección, enviar la cinta a certámenes y seguir disfrutando del experimento.
Todo empezó cuando hace tres años este reputado y querido personaje -convertido ya en banda sonora habitual en los bares del centro- vio en la televisión un documental sobre los códigos rusos empleados en la guerra. "Pensé que los códigos se suelen asociar a conflictos y problemas y yo quería relacionarlos con una situación bonita, más romántica", comenta. Y se puso manos a la obra.
Desconocedor de los hilos que se manejan en esta industria optó por el camino fácil: reivindicar lo simple. "Busqué en google cómo hacer un cortometraje pero al final hemos acabado haciendo todo lo que decía que no debíamos hacer. Hemos rodado con niños y con animales", afirma risueño su autor. La única premisa era rodar en su barrio, el centro -con ocho localizaciones distintas- y, sobre todo, "pasarlo bien".
Los protagonistas de Un paso por delante no son otros que un padre (Adrián Allen)y su hija pequeña (Kelly), amigos del creador. El mismo papel que interpretan ante la cámara pero, aquí con un argumento bien diferente. Él es un viudo que regenta un taller de cerámica y que ve cómo la niña ya no puede comunicarse con su madre ausente. Para remediarlo se le ocurre recurrir a unos globos donde su hija puede enviar al cielo unos mensajes codificados. "Pero uno de ellos se encuentra con una serie de circunstancias y personas que cambian su curso", adelanta Peter. El resultado lleva la música del propio Peter, de su amigo Switch y de Nacho Artacho. Con Alberto Molina, Luis Vázquez, Pilar Vázquez y José Simon en la parte técnica y producción, Un paso por delante -rodado en formato HD- ha conseguido hacer la realidad el leiv motiv de su creador: "¿Por qué no?".
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