"En directo lo damos todo durante dos horas al límite"

Los Ilegales, tal vez una de las bandas más contundentes en directo que hay en España, llega esta noche a Granada dentro de su gira de despedida. O mejor dicho, de transformación. El grupo no desaparece, sino que se reconvierte en Jorge Ilegales y los Magníficos, una banda que quiere recuperar el espíritu de las viejas orquestas de música que tocaban durante los años veinte, treinta, cuarenta y cincuenta.

Pero, antes de eso, Jorge Martínez, el incombustible guitarrista y cantante, quiere tocar las canciones que han jalonado la historia del grupo, repasar todos sus discos en un concierto de más de dos horas y dar toda la caña posible. Morir con las botas puestas antes de la gran metamorfosis.

"Con Jorge Ilegales y los Magníficos queremos entrar por caminos no desbrozados, sino incluso totalmente abandonados", explica el guitarrista. "Vamos a recorrer los mismos caminos que las viejas orquesta y recuperar la música que se hacía desde los años treinta hasta finales de los años cincuenta, hasta lo anterior a The Beatles: el twist en italiano y los primeros rocks. Es un periodo que abarca 30 años, los mismo que han cumplido Ilegales".

"Nos hemos hecho con un montón de instrumentos interesantes, como el vibráfono, el clarinete, el saxo, baterías, guitarras muy antiguas", añade. "Nuestra idea es como hacer un museo itinerante de la música. Son colecciones de instrumentos que ya no existen".

El grupo abandonará por completo el repertorio de canciones de Ilegales. "Hay que cambiar el chip", explica Jorge Martínez. "Recuperamos canciones antiguas y hacemos un repertorio nuevo con estilo antiguo. Ahora estoy escribiendo tangos, joropos, guarachas. Son géneros en los que encaja muy bien la literatura española. Es un poco como recuperar a las antiguas orquestas de baile, que no tienen nada que ver con lo que existe ahora, sino que tenían hasta su propio repertorio".

Martínez se planteó en cierto momento alternar la formación de Ilegales con el nuevo proyecto. "Pero es imposible mantener tanto repertorio en la cabeza", explica. "Ahora nos vamos a centrar en hacer una gira de despedida exhaustiva. Conciertos de más de dos horas y al límite. Este fin de semana hacemos Granada y Sevilla, por lo que tendré que interrumpir mi costumbre de tomarme una copa con la gente después del concierto. Aunque es posible que en Granada lo haga".

El cantante y guitarrista ve de un modo agridulce el actual panorama rockero del país. "No hay mucho rock", comenta. "Pero al menos está volviendo la costumbre de escribir las letras en español. Todavía se leen cosas un poco ñoñas por la falta de oficio al escribir y todo el rollo indie. Eso fue un fiasco. Había gente que se ponía a tocar la guitarra sin la más mínima vocación. Supongo que es que se veían muy guapos en el espejo. Yo creo que va a producirse cierta recuperación".

El grupo ha recuperado en su sello discográfico todo su material antiguo, que ha remezclado, o ha recuperado canciones inéditas o que estaban perdidas. Todo eso está ahora disponible en un pack de diez CD . "La caja contiene grabaciones que nunca habían aparecido", pone de manifiesto el músico. "Nos habría gustado hacerlo en vinilo, pero eso es muy costoso".

Ilegales es una banda que jamás ha dejado de tocar. "Lo bueno es que hemos tenido acceso a un público internacional. Hemos estado en Ecuador, Chile, México, Estados Unidos. Eso nos ha mantenido en activo constantemente". Esta noche, en Granada, el trío volverá a descargar toda su energía desde el escenario. Será la última vez.