La tienda de discos Candilejas anuncia su cierre tras casi 40 años en activo
Un acuerdo con los dueños del local ubicado en Santa Lucía les permitirá seguir abiertos "afortunadamente" hasta octubre


El cierre de Candilejas es ya una realidad. Hace más de un año José Antonio Castañeda, el propietario de la tienda de discos más longeva -y la única- del centro de Málaga, no entregaba las llaves del local donde se encuentra ésta a sus dueños al entender que el contrato de alquiler -firmado en 1997- no expiraba conforme a la Ley de Arrendamientos Urbanos. Castañeda se plantaba: "Supongo que nos llevarán a juicio, pero ahora sólo puedo pensar en que este mes las ventas se mantengan".
Un mes después, en marzo de 2015, un evento creado en Facebook por el grupo ¡¡¡Salvemos Candilejas!!! anunciaba lo siguiente: "Ya es oficial, quedada en Discos Candilejas para apoyar este establecimiento de Málaga, tan comprometido con la música y la cultura, especialmente la de nuestra ciudad. La idea es vernos allí, comprar discos, los que buenamente se puedan, y avisar a a todos los medios posibles. En definitiva, demostrar el apoyo de los ciudadanos malagueños por una tienda así. Habrá alguna sorpresa musical en formato acústico. Cualquier idea será bienvenida. ¡Por la cultura y la música, salvemos Discos Candilejas!". Sin embargo, las quedadas y los conciertos en favor de la mítica tienda no duraron mucho. Mientras tanto, el negocio musical se declaraba en concurso de acreedores. "No ocurrió nada. Normal, meterse en esto es de suicida", confesó ayer Castañeda.
Hace cinco meses recibieron una notificación del juzgado para acudir a una vista judicial. "Si el juicio fallaba a favor de la otra parte -los dueños del inmueble en calle Santa Lucía- nos desalojaban", admitió Castañeda mientras atendía a los "pocos" clientes que entraban. "Afortunadamente no se llegó a celebrar porque nuestros abogados llegaron a un acuerdo, pero cerramos en octubre", admitió apenado. Mientras tanto, el comercio especializado en música de todo tipo más viejo del centro en la ciudad seguirá abierto para liquidar su material valorado en "70.000 u 80.000 euros".
Según manifestó ayer por teléfono Francisco Gil, uno de los trabajadores de la tienda, su compañero de trabajo Alejandro y él tienen intención de "seguir ganándose la vida así". "Quiero presentar un escrito al Ayuntamiento de Málaga el lunes para pedirle ayuda. Si nos ofrecieran un local con un alquiler modesto nos los pensaríamos, como ha ocurrido con Libritos. Básicamente le planteamos el mismo trato... No somos fabricantes de coches, pero vendemos cultura", explicó Gil con un tono apagado desde la tienda en la que lleva desde 1990 trabajando.
"Si al final siguen con la marca Candilejas será difícil de mantener. Yo me jubilo porque no aguanto más. En estos últimos meses he dejado cinco kilos y he vivido muy acongojado, más pendiente de las deudas que de mi propia vida. Así no se puede vivir... Si ellos deciden seguir con esto, evidentemente en otro local, saben que tienen el material a su disposición... Con la liquidación se venderá lo que se pueda", admitió Castañeda.
El dueño de la tienda contó que en 2001 vendieron el triple de lo que facturaron en los tres últimos años. "Esta Navidad fue muy mal. Antes, cuando los discos sí se vendían, podían venir a la tienda en día de Reyes unas 100 personas. Imagínate. Hace cinco años disminuyeron las ventas en un 50% aproximadamente", admitió. El local ha pasado a lo largo de su vida por un par de "crisis como la de pasar del vinilo al CD, y del CD al imperio del digital". Además, según cuenta el propietario y sus trabajadores, se han topado con problemas adicionales como la llegada de las grandes superficies a la ciudad, el top manta, la piratería, el IVA cultural o la coacción de empresas similares a representantes de casas discos hace unas cuantas décadas para que no pisaran esta tienda de música.
La historia de Candilejas se remonta al año 1978. Es entonces cuando Castañeda, ahora con 65 años, le presta dinero a su hermano para afrontar un reto que marcaría su vida entera: abrir una tienda de discos en calle Mariblanca. Desde entonces se han mudado dos veces hasta llegar al inmueble emplazado en la calle Santa Lucía. "He leído que vais cerrar", le comentó ayer un cliente que pasaba por allí a Castañeda. Él contestó serio: "No cerramos. Nos obligan a cerrar".
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