Cultura

'En el estudio de Picasso'

  • en el estudio de picasso Cannes, 13 noviembre 1955. Litografía a seis tintas (azul, verde, roja, morada, amarilla, negra): lápiz litográfico sobre papel reporte transparente, transferido a piedra, estampada sobre papel vitela Arches Papel: 66 x 50 cm. Piedra: 44,7 x 33 cm. Fechado en el papel reporte abajo, siete veces en seis colores diferentes, dos en la piedra del azul: 13.11.55. Donación de Christine-Ruiz Picasso.'Málaga hoy' presenta a sus lectores, una por una, las 155 obras de Pablo Picasso que componen la importante colección permanente del Museo Picasso Málaga, legado fundamental del artista

EL estudio es el lugar secreto. En su interior, el artista es libre: no obedece a leyes ni convenciones, no debe favores ni rinde honores, puede equivocarse a destajo sin temor a ser visto, es capaz de desnudar lo que le venga en gana y proferir las blasfemias que se le ocurran. El artista que muestra su estudio se despoja de sus máscaras y se revela en intimidad casi pornográfica, Ecce homo, con todas las consecuencias, éste es mi mundo, éstas mis manos, aquí está todo lo que me importa, mi pan y mi futuro, mis obsesiones y mis alegrías. Pocos lo han hecho. En gran parte, el estudio del artista es el cuarto de los juegos: no hay límites para la imaginación. De la misma forma en que el niño puede ser su personaje favorito y evocar las aventuras que le apetezcan fuera del cuidado ejemplar de sus padres, el pintor tiene en su lienzo / juguete el pasaporte directo a la creación, divina y humana, fuera de la vista de sus contemporáneos. Picasso tuvo su estudio y lo mostró en diversas ocasiones; una de ellas es el grabado En el estudio de Picasso, que realizó en Cannes en 1955 y que puede admirarse en el Museo Picasso Málaga, de cuya colección permanente forma parte.

La obra es, en efecto, un juego. El trazo, sencillo, de apariencia infantil, está impreso sobre la litografía en seis colores distintos. Fuera del contorno de la imagen, aparecen registradas las fechas de elaboración de cada color, pintadas con su correspondiente tonalidad. Primera trampa: todas las fechas son la misma, el 13 de noviembre de 1955. A primera vista, el grabado parece construido por un pequeño que ha cogido sus colores y ha dibujado libremente por lo blanco, sin más norma que su intuición. Late así, vivo, el niño al que Picasso siempre quiso regresar, la mirada limpia y la intención directa para atreverse a recrearlo todo sin prejuicios.

Pero en este viaje hacia el origen, los caminos son muchos. Tras prestar un poco más de atención, el observante percibe detalles que escaparían de la capacidad estética de un niño. Al fondo del estudio se abre un ventanal a un paisaje mediterráneo, que evoca frescura y lo apacible de una tarde de verano, en una composición espacial imposible para el esquema psicológico de las primeras etapas evolutivas. Dentro, ya en el estudio, aparece el pintor en una figura de simples dimensiones, pero divertida y ágil como las que pintan las manos menudas. Junto a él aparecen objetos, algunos cotidianos como una silla de anea (motivo recurrente en la obra picassiana, ¿recuerdo de sus primeros años?), otros enigmáticos que parecen prefigurar ciertos animales, un pájaro o escultura, un perro estirado boca arriba. He aquí la algarabía, la maravilla del hallazgo. Cuanto tenía quince años, Picasso no pintaba como un niño. En 1955, con 74 años, ya no quería pintar como un adulto. ¿Y si los primeros trazos, los que se ejecutan apenas aferrado el lápiz, contuvieran los misterios que la Historia del Arte ha pretendido desvelar desde Altamira? ¿Y si en el círculo redondo que pretende ser una cabeza estuvieran Velázquez, Vermeer y El Greco? Picasso viajó a las fuentes para matar y resucitar a la pintura, a los clásicos griegos, al animismo africano, a las representaciones prehistóricas. Y también al alba de los tiempos que se desata en cada nacimiento, en cada ojo que despierta al prodigio del color. Cuando mueren la fascinación y la sorpresa, muere el arte.

Matisse murió en 1995. Su magisterio e influencia están presentes en este regreso a las raíces.

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