Cultura

Una excavación arqueológica destapa la influencia fenicia en Alhaurín de la Torre

  • Una cabaña de comienzos de la Edad de Hierro, cerámicas y telares datan el yacimiento en el año 700 antes de Cristo

La zona de Taralpe, en Alhaurín de la Torre, sigue dando pistas sobre la historia de la localidad. Unas excavaciones arqueológicas realizadas en el área ponen de manifiesto la influencia fenicia a través de la abundante cerámica pre-tartésica y fenicia encontrada, así como los restos de una cabaña de comienzos de la Edad de Hierro.

Para el arqueólogo José Antonio Santamaría que dirige los trabajos de investigación con la colaboración de la Asociación Puente del Rey, estos hallazgos demuestran el contacto con la factoría de la desembocadura del Guadalhorce, ya que además se han sacado de la tierra una veintena de fusayolas, que son unas piezas de barro que se usaban en los telares, y otros objetos que identifican el uso textil del yacimiento, que está datado hacia el 700 a.C.

El asentamiento investigado está situado en un promontorio estratégico con proximidad a manantiales de agua, con fértiles campos alrededor y una amplia visión sobre el valle y la bahía de Málaga. Fue encontrado gracias a Santamaría, que conocía el potencial valor de esta zona donde ya se excavaron otros yacimientos como la villa romana de Taralpe y una tumba de la época visigoda que este mismo arqueólogo estudió junto a la Venta Vázquez.

Con la autorización de la Junta de Andalucía, la excavación comenzó en el mes de julio con la delimitación la zona del sondeo en la que además de los relevantes restos cerámicos pronto llegó la gran sorpresa al delimitar el perfil de una cabaña de más de seis metros de ancho por tres de fondo construida en una época de cambios, que marcaba el final de la prehistoria.

La intención de los investigadores que participan en la excavación es iniciar una segunda etapa de trabajo en la zona, para seguir conociendo la historia del municipio. Para ellos, este descubrimiento muestra el intercambio cultural tierra adentro entre los indígenas pre-tartésicos y los comerciantes fenicios, que ya en esta época se habían establecido en la desembocadura del río Guadalhorce, concretamente en el yacimiento conocido como Cerro del Villar, antes de fundar el emplazamiento de Malaka, en la actual ciudad de Málaga.

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