Cultura

El éxito de la primera puesta de sol

  • El 101 Sun Festival desplegó todo el potencial prometido para ofrecer la primera gran cita de directos

Ni la repentina neblina de la mañana pudo sucumbir al potencial de 101 Sun Festival. A las 17:00 se abrían las puertas del estadio de atletismo Ciudad de Málaga con un único propósito: otorgar a los malagueños la mejor experiencia del verano. Más de 30 bandas por delante y sobredosis de energía en el ambiente. 3, 2, 101 Sun Festival.

Con rigurosas puntualidad a las 17:30 los encargados, de más que romper, derretir el hielo, fueron Noise Nebula. La banda mitad madrileña, mitad gallega, despertaron con fuerza el estadio ante los primeros asistentes, escasos por el momento. Fueron los repentinos errores técnicos los que deslucieron una actuación que apuntaba a incentivar las ganas de festival los asistentes, que pese a todo, no dudaron ni un segundo en comenzar a bailar desde las primeras filas. Sin embargo, estos primeras notas discordantes hicieron presagiar la peor de las pesadillas: que un mal sonido en 101 Sun Festival arruinara toda la carne que la gente tenia en el asador.

Por suerte, falsa alarma. Los fallos técnicos se debieron a los primeros desajustes del escenario y a que la joven banda no contaba con un técnico de sonido. Sonaba La Cena al otro extremo... y lo hacía francamente bien. La ya veterana banda de los festivales malagueños desplegó todo el potencial de su último trabajo Canciones para nadie. Paradójicamente, sus canciones ya empezaban a sonar entre mucha más gente. Los primeros rezagados ya entraban al estadio dispuestos a disfrutar el pop del conjunto malagueño y la banda les recibía con temas como La playa, Continuar o Blackjack.

Casi no había finalizado su actuación cuando en el otro extremo se ponia en marcha el siguiente concierto. Y realmente, esta fue la mecánica del evento, convirtiendo a los festivaleros en atletas del estadio, en busca de las primeras filas. Allí estaban Niños Mutantes DJ Set, agujereando los primeros discos, al principio, con grandes clásicos como ¿Por qué te vas? de Janet o No me beses en los labios de Aerolíneas Federales. Sin previo aviso, los sustitutos de la banda británica The Struts se decantaron por un despliegue de la España cañí por excelencia. Y bien agradecido, no sería de extrañar que el espectáculo made in spain de los granadinos convenciera más que la oleada británica de los jóvenes The Struts.

Continuaron Polock, cuando el festival empezó a tomar forma a base de una repentina oleada de público. Y siendo valencianos, supieron dar con la tecla británica que algunos echarían en falta tras la cancelación de The Struts. Y francamente, a base de potentes temas de rock, lo consiguieron con nota.

Giro y cambio al escenario norte. Allí corría la brisa gallega de Triangulo de Amor Bizarro con Isabel Cea, Rodrigo Camallo y Rafael Mallo dispuesto a hacer gala de una inmaculada electricidad. A base de riffs de guitarras, se empezaba a respirar en el ambiente la magnitud del festival. TAB (las siglas con las que se reconocen) convirtieron su espectáculo en una diócesis rock, noise y punk. La nueva ola gallega afianzó las bases de un festival cubierto hasta la bandera.

Cuando aún nadie se había recuperado del torrente de Triangulo de Amor Bizarro, sonaban los primeros acordes de L.A, especialmente potentes. Al igual que ocurría con Polock, consiguieron suplir a la perfección la nota británica que se echó en falta durante la tarde. Sin embargo, su cantante no estaba del todo convencido con la idea de que un dron deambulara por su escenario. "Eso da un poco de miedo, ¿no?" confesaba el cantante. Si de algo ha gozado este festival es de la última tecnología de dispositivos. Redes sociales, cámaras, códigos qr... y drones, que si bien no combaten, ofrecen la mejor panorámica del escenario que los asistentes pudieron disfrutar desde las grandes pantallas instaladas a ambos extremos del escenario.

Terminaba por caer el Sun del 101 Festival, brindando un espectacular atardecer prácticamente visible desde cualquier zona del recinto. La hora perfecta dicen, cuando Lori Meyers daban el salto al escenario. "Es una suerte que los malagueños podáis disfrutar por fin de un festival así" apuntaba Noni, vocalista de la banda ante un público entregado. No en vano, los granadinos eran uno de los grandes alicientes nacionales del festival y el público respondió más que favorablemente, coreando sus canciones y bailando cada uno de sus temas, como Alta Fidelidad, Aha han vuelto, Tokio ya no nos quiere o Luciérnaga y Mariposas. Mientras realizaban un gran repaso a su carrera discográfica, saltando de un álbum a otro, vino gran sorpresa de la noche dada por la incorporación al escenario de la vocalista malagueña Anni B Sweet, pareja del cantante. Juntos, entonaron El Tiempo pasará, incluida en su último disco. Y es que la idea del grupo era presentar su último trabajo discográfico 'Impronta', que si bien no ha conquistado a un importante número de sus seguidores, consiguió levantar los coros de todo el estadio con el tema Emborracharme.

No había vuelta atrás, 101 Sun Festival estaba al rojo vivo. Con la noche encima, Lori Meyers decía adiós, como no podría ser de otra forma, con su gran hit Mi Realidad. Las tradiciones no cambian y grupo conseguía despertar el fervor de todo el estadio de una forma fácil y limpia, sin caer en florituras. Y merecidamente juntos se llevaron la primera gran ovación de la noche.

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