Cultura

Menos famosos, pero el mismo color

  • Rostros habituales como el de la duquesa de Alba y otros no anunciados como el de Paul Allen, cofundador de Microsoft, se dieron cita en una tarde en la que no estuvieron Sarkozy, David Cameron ni Julio Iglesias

Miles de personas se volvieron a congregar ayer en los alrededores de la plaza de toros de Ronda para presenciar la entrada de famosos, políticos, toreros y goyescas, que fueron perseguidos por los objetivos de los numerosos medios que enviaron a sus reporteros gráficos a la Ciudad del Tajo, donde la nota peculiar la puso un grupo de antitaurinos, que se congregó a las puertas del convento de Santo Domingo para expresar su rechazo a la celebración de corridas de toros.

Mientras tanto, los miles de visitantes que acudieron a la ciudad buscaron desde primera hora a las caras más conocidas de la vida política y social, que no faltaron a su cita con la goyesca de Ronda, que sigue siendo un evento social de obligada asistencia.

Entre las caras conocidas del mundo social destacó la presencia de la duquesa de Alba, que desde primera hora de la mañana se paseo por el centro de la ciudad, lo que originó numerosas aglomeraciones para buscar una foto junto a la aristócrata.

No obstante, los primeros en aparecer fueron los representantes de la clase política, encabezados en esta ocasión por los consejeros de Turismo y Agricultura, Luciano Alonso y Clara Aguilera respectivamente, a los que acompañó el secretario general del PSOE de Málaga, Miguel Ángel Heredia, además de los delegados provinciales, Antonio Moreno, Remedios Martel; la delegada del Gobierno andaluz en Málaga, María Gámez; el diputado nacional, Daniel Pérez, y los ex ministros Bernat Soria y Magdalena Álvarez. Todos ellos fueron recibidos por una amplia comitiva del Ayuntamiento de Ronda, encabezada por el alcalde de la ciudad, Antonio Marín Lara, con quienes recorrieron las principales calles del centro de la ciudad.

En esta ocasión, la goyesca recibió una visita que no estaba anunciada, como fue la del cofundador de Microsoft, Paul Allen, que llegó a Ronda en un helicóptero privado que aterrizó en la nueva ciudad deportiva rondeña, y que en estos días tiene su barco Octopus atracado en el Puerto de Málaga, con sus más de 126 metros de eslora. Este hecho hizo que durante unos momentos se rumoreara la presencia del propio Bill Gates, lo que ocasionó un gran revuelo entre la multitud de público concentrada alrededor de la plaza.

A quien sí se pudo ver con facilidad fue a la novia de Cayetano Rivera, la modelo y presentadora Eva González, que llegó a pie entre la multitud pocos minutos antes de que se iniciase la corrida en la que toreó su pareja, y que también creó un gran expectación.

Otras de las caras conocidas que estuvieron presentes fueron la popular Cari Lapique, el cantante Manuel Lombo, la modelo Leli Céspedes, Carmen Lomana, Lita Trujillo, la princesa Beatriz de Orleans y los conocidos diseñadores sevillanos Victorio y Lucchino, que volvieron por segundo año consecutivo a la goyesca de Ronda. Mientras tanto, a pesar de los intensos rumores que han existido en la ciudad en los últimos días sobre la anunciada visita del presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, así como del cantante Julio Iglesias y el líder del opositor Partido Conservador británico, David Cameron, ninguno de los tres compareció finalmente en la corrida.

Los asistentes y el público tuvieron que soportar las elevadas temperaturas que ayer se registraron en la Ciudad del Tajo, que obligaron a utilizar cualquier cosa como protección para evitar los intensos rayos de sol, en especial, mientras esperaban la llegada de los toreros del cartel de la goyesca, Cayetano Rivera, Perera y Manzanares en sus carruajes tirados por caballos, que estuvieron acompañados por las damas goyescas y su presidenta, que igualmente hacen su entrada a la plaza montadas en carruajes, con los que recorren en ruedo antes de bajarse delante de la puertas de chiqueros y acceder a sus puestos en la presidencia de la plaza de toros.

Finalmente, el público también tuvo recompensa a su larga espera mientras tenía la lugar la corrida, con la salida a hombros que también se produjo este año.

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