Una farsa napolitana
Dynamic publica en un doble DVD 'L'Alidoro', ópera de Leonardo Leo que dirige musicalmente Antonio Florio
Solistas. Capella della Pietà de Turchini. Antonio Florio. Dynamic (2 DVD) (Diverdi)
El Teatro de la Maestranza presenta esta temporada la Partenope de Leo Vinci en la producción de Gustavo Tambascio para el Centro de las Artes Escénicas y de las Músicas Históricas de León. La dirección musical corre a cargo de Antonio Florio, un violonchelista y director nacido en Bari sin el cual la música del siglo XVII napolitano sería casi completamente desconocida y la gran explosión de actividad operística que conoció la ciudad en el XVIII estaría apenas sin contextualizar. Fue Antonio Florio y su Cappella della Pietà de' Turchini, conjunto que fundó junto al tenor Pino de Vittorio en 1987, quienes popularizaron con sus trabajos para los sellos Symphonia y Opus 111 nombres como los de Vinci, Caresana, Provenzale, Latilla o Leo, que hoy se nos descubren como maestros imprescindibles para entender el desarrollo de la música europea (sin ir más lejos, la influencia de la comedia musical napolitana en la gran trilogía Mozart-Da Ponte queda fuera de toda duda).
Hace años Florio y su conjunto presentaron ya en el Teatro Lope de Vega de Sevilla una versión semiescenificada de Le Zite 'n Galera de Vinci, una farsa que no tiene nada que ver con la Partenope que llegará en febrero, que pertenece al género de la ópera seria, pero sí mucho con L'Alidoro de Leonardo Leo (1694-1744), que es la obra que ahora presenta Dynamic en DVD, en grabación de una producción realizada en Reggio Emilia en febrero de 2008. Con libreto de Gennarantonio Federico, el autor de La serva padrona de Pergolesi, la ópera, en los tres actos habituales y con una obertura que presenta ya la característica forma tripartita italiana, es una divertida comedia con trama de amores cruzados, diferencias de clase, travestimiento y agnición final, que recuerda mucho a la del Fígaro mozartiano y resuelve los conflictos planteados al principio. Musicalmente, la obra tiene una extraordinaria plasticidad, pues evita con acierto la sucesión estricta de los números cerrados con diversos tipos de arias, que ayudan a situar a los personajes en su contexto social, abundantes números de conjunto y una instrumentación variada, que incluye flautas y trompas.
La puesta en escena de Arturo Cirillo es de una simplicidad tan elegante como luminosa, limpia y efectiva, mientras que el vestuario de Gianluca Falaschi, de atractivo colorido, atrapa a la perfección el carácter de los personajes situándolos sin remilgos en la época de escritura de la obra. Musicalmente, el foso no resulta especialmente privilegiado en la toma sonora, aunque el estilo de Florio se aprecia en el vigor del ritmo, en la flexibilidad teatral del fraseo y en la libertad que deja a los cantantes, un elenco que encabezan dos de las sopranos que serán también protagonistas del Partenope, Maria Grazia Schiavo y Maria Ercolano, espléndidas por medios y expresividad. A su lado, muy destacables participaciones de la también soprano Valentina Varriale, del inimitable tenor Pino de Vittorio o del barítono Filippo Morace.
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