Cultura

Un festival de frontera

  • La edición número 66 de Locarno confirma la vitalidad de un evento de vanguardia en el que Albert Serra competirá en la Sección Oficial

Entre la vorágine de glamour y mercadeo de Cannes, las sesiones de balneario con vientos del Este de Karlovy Vary y el clásico desembarco de George Clooney en el Lido de Venecia, el Festival de Cine de Locarno, que alcanza ya su edición número 66 y se celebra entre los días 7 y 17 de este mes, se reafirma como la mejor isla veraniega en el océano cinéfilo, un auténtico espacio protegido, ahora bajo la dirección artística de Carlo Chatrian y programado por el crítico Mark Peranson, que alberga esas especies raras y fronterizas del cine mundial que no encajan fácilmente en las programaciones de los festivales champions league y que, sin embargo, toman el pulso a la producción de autor más interesante, exigente y heterodoxa del momento, con especial atención a los directores jóvenes y a los formatos menos convencionales, y no sólo en las secciones Cineasti del presente y Pardi di domani, sino también en su cuidada y transversal Sección Oficial, que este año viene repleta de pesos pesados y cuenta con la presencia del catalán Albert Serra (Honor de cavallería, El cant dels ocells), un habitual ya en el certamen suizo, cuya Història de la meva mort se adentra en los albores del Romanticismo y el siglo XIX a través de los mitos de Casanova y Drácula.

Consciente también de su necesidad de contentar al gran público a orillas del turístico lago Maggiore, Locarno reserva su Piazza Grande, el mejor cine al aire libre del mundo, al preestreno de algunos títulos comerciales de la temporada otoñal o a los filmes estelares de las cuidadas retrospectivas, que este año están dedicadas a George Cukor, objeto además de una gran publicación internacional, y al prolífico, embaucador y siempre estimulante Werner Herzog, de quienes podrán verse a lo grande y en nuevas copias restauradas títulos emblemáticos como Fitzcarraldo o Ricas y famosas.

Los espectadores de la monumental piazza verán subirse también a su escenario a estrellas como Christopher Lee, Anna Karina, Faye Dunaway, Sergio Castellitto o Jacqueline Bisset, al cineasta de origen georgiano Otar Iosseliani, a la excepcional productora Margaret Ménégoz, al gran mago de los efectos visuales Douglas Trumbull y a nuestra Victoria Abril, todos ellos homenajeados con premios a su trayectoria.

El jurado de la sección oficial que preside el filipino Lav Díaz y en el que también están Valerie Donzelli, Yorgos Lanthimos, Juan de Dios Larraín y Matthias Brunner, tendrá que lidiar con 20 títulos, 18 de ellos estrenos mundiales, cintas de ficción y documentales, donde sobresale la presencia de autores contemporáneos esenciales como nuestro surcoreano más querido y constante, Hong Sangsoo (U ri sunhi), el veterano brasileño Julio Bressane (Educaçao sentimental), la francesa Claire Simon (Gare du Nord), los belgas Helene Cattet y Bruno Forzani, que regresan por el camino del giallo de su aclamada Amer en L'étrange couleur des larmes de ton corps, los japoneses Kiyoshi Kurosawa (Real) y Shinji Aoyama (Tomogui), el rumano Corneliu Porumboiu (Când se lasa seara peste Bucuresti sau metablism) o los siempre imprescindibles Yervant Yanikian y Angela Ricci-Lucchi, que siguen indagando en la memoria histórica del siglo XX a través del material de archivo en Pays barbare.

Junto a esta nómina realmente estelar, el concurso por el Leopardo de Oro también pondrá en liza al portugués Joaquim Pinto (E agora? Lembra-me), a los peruanos Daniel y Diego Vega (El mudo), al italiano Pippo Delbono (Sangue), a los franceses Guillaume Brac (Tonnerre) y Emmanuel Mouret (Une autre vie), al norteamericano Destin Cretton (Short term 12), a los suizos Yves Yersin (Tableau noir) y Thomas Imbach (Mary, Queen of Scots), a la británica Joanna Hogg (Exhibition), al alemán David Wnent (Feuchtgebiete) y al taiwanés Tso Chi Chang (Shu jia zuo ye).

Cineasti del presente y Pardi di domani le tomarán el pulso a las nuevas promesas, con presencia en la primera del gallego Lois Patiño y su Costa da morte, mientras que Open Doors está dedicada este año a las cinematografías euroasiáticas de Armenia, Azerbaiján y Georgia e Histoire(s) du cinéma proyectará la habitual selección de documentales sobre cine y cineastas, donde encontraremos, además de a Cukor, Lumet, Andersen o El Mago de Oz, al patriarca del cinema novo portugués, recientemente fallecido, Paulo Rocha, de quien podrá verse su emblemática Os verdes anos presentada por Pedro Costa.

Ya por último, Fuera de Concurso se reserva los nuevos trabajos de Jean-Marie Straub (Un conte de Michel de Montaigne), Ben Rivers y Ben Russell (The spell to Ward off the darkness), Raya Martin (How to dissapear completely), Joao Pedro Rodrigues y Joao Rui Guerra da Mata (O corpo do Afonso, Mahjong), Laurent Achard (Le tableau), Andrea Segre (Indebito), Valérie Donzelli (Que D'Amour) o nuestro tercer español en Locarno, Luis López Carrasco, que presentará su primer largo, El futuro.

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