'La flauta mágica' del Teatro Villamarta cierra la temporada lírica

La presente temporada lírica, breve en cuanto a propuestas, irregular en cuanto a la calidad de las mismas y lamentable por la caída del cartel de Marina del prometido Carlos Álvarez por la enfermedad de la que se recupera actualmente, llega a su fin esta semana con la producción del Teatro Villamarta de Jerez de La flauta mágica de Mozart, aplaudida desde su puesta de largo en la ciudad gaditana el año pasado y esperada como agua de mayo por los aficionados al género que de alguna manera quieren dar por salvado el curso. El montaje se representará los próximos viernes 26 y domingo 28 en el Teatro Cervantes con la participación de la Orquesta Filarmónica de Málaga, el Coro de Ópera de Málaga y el Coro de Niños de la Comunidad de Madrid. La dirección escénica corre a cargo de Francisco López, mientras que Lorenzo Ramos dirige a la orquesta y Francisco Heredia al coro. El elenco está encabezado por las sopranos Ofelia Sala (en el papel de Pamina) y Milagros Poblador (Reina de la Noche), el tenor José Luis Sola (Tamino) y el barítono Enric Martínez-Castignani (Papageno). El reparto incluye a su vez a dos malagueños, el tenor Gerardo López y la soprano Amanda Serna, que debuta en el Cervantes y en su ciudad natal.

Precisamente, la ocasión resultará especial en cuanto a lo emocional y lo profesional para Lorenzo Ramos, nombrado el año pasado responsable de la temporada lírica malagueña. Su subida a la tarima en La flauta mágica significará su primera participación directa en la materia, ya que el curso que ahora termina fue diseñado por sus predecesores y sus primeras apuestas en firme como gestor desfilarán por el Cervantes durante la temporada 2009/ 2010. Ayer, en la presentación de la producción, Ramos, que igualmente dirigirá por primera vez La flauta mágica en un doble bautizo decisivo para su ya dilatada trayectoria, definió la partitura de Mozart como "una obra maestra no sólo de la música, sino del arte en general, comparable a La Gioconda o a la Capilla Sixtina". El director valoró igualmente la manera en la que el compositor salzburgués "condensa en ella todos los estilos posibles de la operística de su época" y a la vez incorpora elementos innovadores que se emplearían de manera amplia en la lírica del siglo XIX, desde Carl Maria von Weber pasando por el Fidelio de Beethoven hasta la ruptura decisiva que simbolizó Wagner.

El reparto de esta Flauta mágica constituye además una representación granada del panorama actual de la lírica nacional, ya que prácticamente todas las voces han nacido en España. Ramos subrayó la alta calidad de los solistas, especialmente la de Ofelia Salas, una de las sopranos mejor valoradas por la crítica, y de Milagros Poblador, quien a lo largo de su carrera ha interpretado el más que difícil recorrido melódico de la Reina de la Noche hasta en 180 ocasiones. La propia Poblador afirmó ayer que Málaga "va a tener la suerte de ver La flauta mágica con un respeto extremo al libreto, y sin cambiar el final, lo que honra al director de escena, e igualmente con un respeto absoluto a la partitura". Precisamente, la posibilidad de ver la representación de la ópera en una estructura y desarrollo similares a lo que pretendió Mozart se ofrece al melómano como una oferta de alto calado pedagógico. Los imposibles delirios sonoros del genio quedan, al fin, al alcance.