Gran y divertida Jamie Lee Curtis

Ponte en mi lugar de nuevo | Crítica

Jamie Lee Curtis y Lindsay Lohan, en 'Ponte en mi lugar de nuevo'.
Jamie Lee Curtis y Lindsay Lohan, en 'Ponte en mi lugar de nuevo'. / D. S.

La ficha

*** 'Ponte en mi lugar de nuevo'. Comedia, EE UU, 2025, 111 min. Dirección: Nisha Ganatra. Guion: Jordan Weiss. Música: Amie Doherty. Fotografía: Matthew Clark. Intérpretes: Jamie Lee Curtis, Lindsay Lohan, Julia Butters, Sophia Hammons, Manny Jacinto, Mark Harmon.

En 1971 Mary Rodgers, hija del gran compositor Richard Rodgers, uno de los reyes de Broadway gracias a sus musicales Pal Joey, South Pacific, Oklahoma, Carrousel o Sonrisas y lágrimas, compositora, asistente de Leonard Bernstein y escritora, publicó con gran éxito su novela de fantasía juvenil Freaky Friday (Viernes embrujado). En 1976 Disney la llevó al cine con guión de la propia Rodgers, dirección de Gary Nelson y Barbara Harris y una Jodie Foster en su año de consagración -además de esta película rodó Bugsy Malone y Taxi Driver- interpretando a las incompatibles madre e hija que intercambian sus cuerpos. En 1995 Mary Rodgers hizo una adaptación televisiva y posteriormente una versión musical con la música escrita por ella. En 2003 volvió a llevarse al cine, siempre con producción Disney, esta vez con guión de Heather Haxch y Leslie Dixon, dirección de Mark Waters y Jamie Lee Curtis y Lindsay Lohan como la madre y la hija.

Dos décadas después llega esta secuela que tiene la gracia -en una historia de intercambio de cuerpos entre una adulta y una adolescente- de retomar la historia tantos años y arrugas después. Por eso la reina de la película es la siempre grande y divertidísima Jamie Lee Curtis, como ustedes saben hija de la actriz y el actor que protagonizaron la ducha y el travestismo más famoso de la historia del cine, una más que sesentona con desparpajo para reírse de sí misma y de las huellas del tiempo que -mujer inteligente- no se empeña en disimular recauchutándose. Ahora, además de madre, es también abuela. Su reinado no impide, para fortuna de la película, que la réplica de Lindsay Lohan, que también repite papel ahora convertida en madre, esté a su altura, lo que ya es decir mucho. Las nuevas incorporaciones juveniles de Julia Butters y Sophia Hammonds funcionan muy bien. Y se agradece la reaparición de Mark Harmon, Chad Michael Murray y Stephen Tobolowsky como guiños a la película de 2003.

Buena comedia, vertiginosa, llena de réplicas ingeniosas, situaciones disparatadas entre la abuela, la hija, su novio y las hijas de ambos -lo que complica los intercambios corporales-, y humor físico al viejo estilo, caídas y tartas en la cara incluidas, en el tono familiar de Disney. Divertida. Agradable. Y con una Jamie Lee Curtis que por sí sola justifica el precio de la entrada.

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