Cultura

Un grito presente

  • 'Málaga Hoy' revisa de la mano del pintor Eugenio Chicano las claves del 'Guernica' de Pablo Picasso en su 80 aniversario

  • La historia de su épica realización es tanto o más apasionante que el resultado final

Un grito presente

Un grito presente

El mismo Pablo Picasso lo dejó bien claro tras la presentación del cuadro en la Exposición Universal de París de 1937: "La pintura no está hecha para decorar apartamentos. Es un arma ofensiva y defensiva contra el enemigo". Otro pintor malagueño, Eugenio Chicano, que no llegó a conocer personalmente a Picasso aunque sí mantuvo con él jugosas conversaciones telefónicas desde la casa de Rafael Alberti en Roma durante los años 60, se muestra categórico al respecto: "Es el cuadro del siglo XX. Sin duda. Todo viene de aquí y vuelve aquí. Picasso presenta un grito enteramente universal, sin eslóganes, sin logotipos, sin consignas, sin banderas, sin retratos, sin sangre. Fue su particular respuesta a los muralistas mexicanos, que sí incluían estos elementos. Y llegó infinitamente más lejos. Sólo con negro, blanco y ocre". A lo largo de su trayectoria artística, Chicano (Málaga, 1935) ha hecho de Picasso su obsesión más constante, y particularmente el Guernica ha nutrido sus imaginarios con mayor fecundidad. Por eso decidió en su momento meterse de lleno en el proceso que siguió Picasso hasta su materialización, gesto a gesto, decisión tras decisión, en cada una de las actuaciones invertidas en un plazo tan breve como intenso, analizando a fondo cada una de las fotografías que Dora Maar tomó durante aquellos días en el ático del número 7 de la rue des Grandes Augustins. "Desde la misma presentación del cuadro, y hasta hoy día, los críticos han intentado explicar las razones por las que Picasso introduce algunas cosas y elimina otras. Algunos dicen que el sol en el que luce la bombilla está sacado del arte del antiguo Egipto, otros piensan que la paloma es una referencia al Espíritu Santo. A mí no me interesa nada de eso. Creo que Picasso toma las decisiones que toma porque le da la gana, simplemente. Una de las últimas cosas que incluye es el pomo de la puerta entreabierta de la derecha. No deja de tener su gracia que, después de pintar lo que ha pintado, le parezca buena idea poner ahí un pomo. ¿Habría que pensar una razón más profunda? Lo interesante es el modo en que el trabajo sobre la tela evoluciona y cómo va despojando el cuadro de elementos particulares para hacer de él un símbolo universal", insiste Chicano. Hace ya algún tiempo, el pintor tradujo su análisis en una conferencia que ha pronunciado ya en varias ocasiones y que volverá a exponer en abril en la Fundación Picasso Casa Natal, como acto conmemorativo del 80 aniversario del Guernica. Y cabe recordar que la misma obra servirá de eje central a la exposición Piedad y terror en Picasso. El camino a Guernica, que inaugurará el Museo Reina Sofía de Madrid el 5 de abril bajo la misma efeméride, en un proyecto que abordará la visión que proyectó Picasso sobre la guerra moderna. El cuadro más importante del siglo XX amenaza con serlo también en el siglo XXI.

Aunque es bien sabido que Picasso recibió en París a Josep Renau (entonces director general de Bellas Artes), José Bergamín, Juan Larrea y Max Aub en enero de 1937, a sus 55 años, Chicano sitúa el primer contacto que establece el Gobierno de la República con Picasso con vistas al encargo en 1936. Aquel enero Picasso crea la serie gráfica Sueño y mentira de Franco, no en virtud del encargo sino por iniciativa propia; pero los primeros bocetos para el Guernica partirán precisamente de Sueño y mentira de Franco como extensión y a la vez raíz inspiradora. Entre febrero y abril realiza algunas tentativas, sin éxito y sin demostrar mucha inspiración a pesar de su compromiso a entregar la obra en junio. El 26 de abril se produce el bombardeo de Guernica y el 28 la prensa francesa se hace eco. El 1 de mayo, Picasso realiza dos dibujos: una figura doliente, inspirada aún en Sueño y mentira de Franco, y un boceto donde por primera vez aparece la visión general del Guernica, con detalles como un pequeño caballo alado. Entre mayo y junio, Picasso compaginará los estudios de las figuras con las composiciones complejas del cuadro, en las que van apareciendo y desapareciendo elementos a cada jornada. El 11 de mayo, Picasso comienza a trabajar en la tela y culminará la obra el 4 de junio. 25 días de combate sin remisión en unas dimensiones de 3,493 metros de alto por 7,666 metros de ancho. Chicano llama la atención sobre el hecho de que Picasso continuó dibujando estudios y figuras en torno al Guernica hasta octubre. Una de las últimas piezas conocidas es un retrato de Dora Maar con un sombrerito y una expresión de terror en el rostro desencajado.

Picasso comprendió que si retiraba los puños cerrados haría del cuadro un símbolo universal"

A partir del 2 de mayo, los estudios de las figuras se centran en el caballo. El primer dibujo preparatorio es el de la cabeza, y pronto empiezan a figurar anatomías torcidas, con la grupa inclinada hacia abajo. A partir del 8 de mayo, la imagen del caballo aparece combinada con la de una mujer que huye con un niño en brazos, presencia que ya el día 9 tendrá una prefiguración propia. Picasso va añadiendo elementos como el fuego a ambas figuras hasta que el 3 de junio alcanza un hallazgo revelador: el casco del caballo atraviesa una cabeza, pieza que incorpora de inmediato ala tela. Los dibujos realizados a partir de entonces, así como los que continuará produciendo una vez presentado el Guernica, tienen como protagonistas absolutas a mujeres que lloran, insertadas a veces en espacios donde se abren estrechos ventanucos. El 22 de junio, Picasso pinta al óleo una mujer que llora con un pañuelo, tema al que volverá con otras técnicas como el aguafuerte, la tinta y el grafito. Los tonos siempre son los mismos, en blanco y negro y, a en ocasiones, con leves apuntes de ocre.

En cuanto a los bocetos de la composición completa, el realizado el 1 de mayo presenta una ambientación inequívocamente en exterior, una premisa a la que Picasso dará la vuelta después. El caballo es el pequeño Pegaso alado y también aparece un toro con gesto amable. En el correspondiente al 2 de mayo, la ambientación sigue siendo exterior. El toro tiene ahora un gesto agresivo y el Pegaso es sustituido por el caballo herido con la grupa hacia abajo. Aparece un candil y, en cuanto a presencias humanas, un soldado y dos mujeres con los puños cerrados en alto. El 8 de mayo, Picasso introduce un elemento bien reconocible: un puño cerrado que sostiene unos tallos de trigo sobre lo que parece un sol. El 10 de mayo se produce un cambio fundamental: Picasso concibe por primera vez el Guernica como una escena de interior. El artista considera que ya tiene claves suficientes para trasladar el trabajo a la tela y empieza a trabajar sobre el lienzo al día siguiente, el 11 de mayo.

En el primero de los estados de la tela, el malagueño incorpora toda una declaración de intenciones: un puño en alto bien visible, que se alza desde la figura tendida en el suelo en lo que Chicano llama "la regla de oro de la composición": justo la sección del lienzo que reclama con más poder la atención de quien observa, el punto en el que convergen todas las líneas de fuga. Aparece la mujer con el niño en la izquierda, otra mujer tendida en el centro, otra mujer sin niño, y otra que sube unas escaleras. El caballo tiene aún la grupa hacia abajo, posición que no cambiará hasta algunos días más tarde. En los siguientes estados, Picasso va fijando el número y posición de las figuras, añade collages de tela que luego retira y cambia todos los puños por manos abiertas: "Poco antes de terminarlo, Picasso comprendió que si retiraba los signos políticos haría del Guernica un símbolo universal". Y así fue. Eficaz hasta el presente.

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