esplendor. grupo de rock

"No tenemos por qué ser un grupo de rock divertido, así que no lo somos"

  • La formación malagueña acaba de lanzar su nuevo EP con el sello Clifford Records, 'El ejército de la sombra', un trabajo de madurez con el que consolida y expande su particular sonido

Isabel Guerrero y Pedro Ruiz Martín, alma y corazón de Esplendor.

Isabel Guerrero y Pedro Ruiz Martín, alma y corazón de Esplendor. / javier albiñana

Al final resultó que el rock, entre poses, manifiestos, conceptos, galerías y adscripciones al vacío primario también iba de hacer canciones. Incluso, quién lo diría, que habría grupos que harían de las canciones su razón de ser. No son muchas las bandas que tienen en la composición y ejecución de buenas canciones su objetivo esencial, pero por eso precisamente su sola existencia resulta extrañamente reconfortante. Como un grupo de canciones cabe saludar a Esplendor, la formación malagueña que capitanean en cuerpo y alma Pedro Ruiz Martín (voz y guitarra) e Isabel Guerrero (voz y batería) y que completan Daniel Pérez Doblas (bajo) y Sergio Higuero (guitarra). En su ya más que notable travesía, Ruiz Martín y Guerrero han facturado una amplia nómina de canciones en un proceso de evolución personal e intransferible, bajo un compromiso absoluto con la composición que les ha llevado a conquistar cimas artísticas nada desdeñables y que como tal ha reconocido buena parte de la crítica nacional. Ahora, esta evolución queda confirmada, cristalizada y expandida en su último EP, El ejército de la sombra, que acaba de lanzar el grupo de la mano del sello discográfico Clifford Records y que puede considerarse, además de un trabajo de madurez, el órdago más contundente hasta la fecha de Esplendor en la definición de sí mismo como grupo. Y no será, ni mucho menos, el último.

El ejército de la sombra nace desde la más fiel autoproducción "y es curioso porque es así como hemos logrado nuestro sonido más redondo. Nuestra primera intención era grabar las canciones en un estudio externo, como hemos hecho en otras ocasiones, pero resultó que las primeras maquetas se acercaban ya mucho a lo que queríamos. No parecía nada amateur. De modo que lo hicimos así, por nuestra cuenta. Y estamos muy contentos con el resultado", explica Pedro Ruiz Martín. Apunta Isabel Guerrero al respecto que para Esplendor "la coherencia estilística es algo fundamental, y lo bueno de trabajar en plan do it yourself es que puedes dedicar todo el tiempo que necesites a cada detalle. Tal vez no tengas la mejor guitarra del mundo, pero si dispones del tiempo suficiente para obtener de tu instrumento el sonido que quieres en realidad no necesitas mucho más". Ciertamente, El ejército de la sombra presenta cuatro canciones (Estatua de sal, Rufián, El nadador y la que da su título al álbum, deudora a su vez del título homónimo de la película de Jean-Pierre Melville) depuradas hasta el último matiz y de esmerada construcción que confirman el talento de sus autores: "Cuando hacíamos nuestras primeras grabaciones siempre tenía la impresión de que faltaban capas de sonido, una mayor presencia envolvente, y poco a poco hemos ido llenando esa carencia. Se puede decir que estas cuatro canciones se acercan bastante a lo que pretendíamos", explica Pedro Ruiz Martín, cuyo trabajo en las guitarras para la formulación del sonido Esplendor, además de la reveladora aportación a los teclados, ha resultado decisiva para que la evolución tome ahora especial impulso. Eso sí, dentro de las capas de sonido los seguidores del grupo encontrarán intactas las armonías de vocales de Guerrero y Ruiz Martín como marca de la casa, seguramente el elemento donde con más intención se reafirma la identidad musical de la banda.

Syd Barret, The Velvet Underground y otras influencias destilan en cuatro temas cuyo abanico inspirador es sin embargo mucho más amplio. Isabel Guerrero lo explica sin tapujos: "Últimamente han salido muchos rocanroleros de la secta contraria al pop, pero nosotros no rechazamos el pop. Nos gusta y lo incorporamos a lo que hacemos, aunque prefiramos acogernos a la psicodelia como lema. Tampoco rechazamos el indie, por más que la marca se haya convertido en carne de maintream. Musicalmente crecimos en los 90, así que venimos del indie como sinónimo de independiente. Pero es que tampoco rechazamos el mainstream. En todo caso, parece que ahora hay que ser necesariamente un grupo de rock divertido para que te hagan caso, pero no, no hay que serlo; y como no hay que serlo, pues no lo somos". Respecto al mainstream y la dificultad para encontrar hueco en un escaparate cada vez más ocupado y a la vez restrictivo, la cantante y batería admite que "tal vez una actitud más agresiva nos resultaría conveniente, pero no somos ese tipo de banda. Nuestra principal inquietud es artística. Lo demás no nos preocupa demasiado".

Con conciertos ya confirmados como el del Muelle Uno en la próxima Feria y un nuevo EP en cabeza para antes de fin de año, Esplendor sigue alumbrando buenas canciones. Suyo es el reino.

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