El guionista y director Patxi Amezcua desgrana las tribulaciones ante el papel en blanco

El cineasta navarro Patxi Amezcua, que debutó en la dirección con 25 kilates tras haber trabajado como guionista, aseguró ayer que el guión "es lo más difícil, porque te enfrentas con el papel en blanco, no tienes nada, y como director tienes la ventaja de tener a muchas personas alrededor". "Dirigir es complicado porque hay que tener una serie de habilidades que como guionista son diferentes y hay que saber manejar a todo el equipo", afirmó Amezcua, que participa hoy en Málaga junto a la actriz Aida Folch en el ciclo de Encuentros con Directores de Cine de Unicaja.

Para Amezcua, el primer elemento importante de cualquier película es "un guión sólido, potente y bien trabajado y escrito, y a partir de ahí se puede hacer el resto". "Cuando se tiene un presupuesto limitado y se carece de las cantidades que permiten hacer cosas como en las películas americanas, hay que ser coherente, ser consciente de ello y trabajar el guión lo mejor posible para tener una historia", según el director y guionista.

A su juicio, una de las asignaturas pendientes para el cine español es trabajar en una distribución y una publicidad "más potentes" de las películas, algo que se "ha hecho bien" con títulos como Ágora, de Alejandro Amenábar, o Celda 211, de Daniel Monzón. En el caso de 25 kilates fue coproducida por Televisión Española y TV3, "pero no invirtieron el suficiente tiempo en la película, y si le hubieran dado más tiempo en sus cadenas, más gente habría sabido que la película existía y más gente la habría visto", ha afirmado Amezcua.

"Ágora tuvo una campaña bestial, mucho dinero bien invertido, y veinte millones de euros de recaudación", agregó el cineasta, que insistió en que es necesario "que la gente sepa que existe una película, porque si no, no va a verla, sea buena o mala". Por el contrario, 25 kilates recibió "una buena crítica y premios en festivales, pero se estrenó con 25 copias y sin gastar apenas nada en publicidad", lamentó.