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Un hombre solo 'Soy leyenda', un mal futuro

  • Will Smith protagoniza la tercera adaptación de la novela de Richard Matheson que ha dirigido Francis Lawrence y ya ha recaudado 76 millones de dólares en EEUU

Salvar el mundo es un trabajo sucio, pero alguien tiene que hacerlo y Will Smith tiene ya bastante experiencia -no olviden Men in Black e Independence day-. El actor, que comenzó su carrera con la comedia televisiva El príncipe de Bel Air, oscila en sus días de gran estrella cinematográfica entre espectaculares y millonarias producciones y pequeños filmes con intenciones serias y dramáticas. En Soy leyenda, que llega hoy a las salas, Smith intenta jugar con las dos barajas. La idea ha funcionado, al menos en Estados Unidos, y ya ha recaudado 76 millones de dólares en su primera semana -un récord para un estreno en diciembre-.

En Soy leyenda Smith es Neville, un solitario científico que deambula por las abandonadas calles de Nueva York, con la única compañía de su perro. El mundo ha sido asolado por una plaga creada por el propio hombre y los supervivientes se esconden en las sombras convertidos en zombis caníbales que sólo pueden habitar la noche. La sangre de Will Smith es la única esperanza para redimir a esos seres mutados, pero sus relaciones distan mucho de ser buenas: están esperando que cometa un fallo para acabar con él, así que sus destino es refugiarse en una fortaleza. Con tan esperanzador planteamiento es como comienza la película, que pasa por ser la más fiel de las tres adaptaciones -The last man on earth (1964), con Vincent Price, y The Omega man (El último hombre... vivo, 1971), con Charlton Heston- que ha sufrido la novela de Richard Matheson.

Francis Lawrence ha sido el hombre escogido por la Warner Bros. para afrontar esta gran producción, cuyo primer candidato para protagonista no fue Will Smith sino Arnold Schwarzenegger -sus obligaciones políticas como gobernador de California nos han privado de verle imitar a Charlton Heston-. En el pasado, este director se forjó una buena reputación con videoclips para Jennifer López, Aerosmith y, ¡oh! casualidad, Will Smith. En 2005, Lawrence captó la atención del público con Constantine, protagonizada por Keanu Reeves. El guión cayó en las manos de Akiva Goldsman, quien logró un Oscar por Una mente maravillosa (2001).

Si para Smith el mayor problema en el rodaje fue poner caras para los monólogos que inevitablemente tuvo que interpretar, el director sufrió dolores de cabeza con los cortes de tráfico que provocaron en seis manzanas de Nueva York -en el libro la acción transcurre en Los Ángeles-. Por cierto, las canas de Smith en el filme son reales, no provocadas por el duro trabajo; de hecho, al actor le encantó pasear solo por la Quinta Avenida, pese a que ha comentado que "no disfruté. Me encanta la gente. Fue duro para mí no tener a nadie alrededor". Donde no parece que Smith vaya a estar solo es en las salas de cine, ya que Soy leyenda va camino de ser el gran éxito de la Navidad.

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