Cultura

"No imaginé que me fueran a enriquecer tanto los cuentos"

  • La autora jerezana publica ahora 'El secreto de Caperucita Roja'

Sofía Navarro (Jerez, 1988) ha tenido, desde niña, mucho cuento, en el mejor sentido. Siempre le ha gustado inventar historias, escribirlas después y aliñarlas luego con sus propios dibujos. De hecho, estudia Comunicación Audiovisual en Sevilla porque quiere dirigir cine. Es su sueño. Irrumpió en el mercado editorial en Navidades con El último pecado capital, y ahora llega con El secreto de Caperucita Roja (Editorial Educando).

-A sus 23 años, ¿por qué se manifiesta de nuevo Caperucita Roja en su vida?

-Quería desmarcarme de la norma, de la moda que hay ahora, del mundo de los vampiros, novelas que están muy bien pero a las que creo que les falta oscuridad y madurez. Quería trabajar con un personaje clásico y Caperucita me parece que tiene muchos matices. Lo que pretendía era invitar a la gente a tomarse un mito de otra manera, una versión más fuerte de Caperucita.

-Ya en sí el cuento de Caperucita dejó a más de un niño con la boca abierta. ¿Cómo lo va a hacer con los jóvenes y los adultos?

-Sí, sí, los cuentos de los Grimm tienen su punto macabro, aunque luego se suavicen. Pero por muy bueno que fuera el cazador que va a rescatar a Caperucita, al final le abre las tripas al lobo y se las llena de piedras... Mi libro está centrado en Caperucita pero con muchos guiños sutiles a obras de los Grimm y la gente en general conoce esos cuentos. Me parecía divertido mezclarlo todo un poco. Y es una novela de terror en la que se juega mucho con el lector y de hecho, el propio protagonista confunde a lo largo de la historia, es decir, es difícil identificarse con él porque no se sabe lo que piensa y esto despista. Parece que la historia va por un lado pero... El final es sorprendente. Se juega mucho con la psicología, psicopatía, tiene su punto de sangre, de sensualidad, terror... A un niño le puede provocar pesadillas. Desde luego que no es un libro para niños. Para escribir el libro releí los clásicos, vi dibujos animados y no me imaginé que me fueran a enriquecer tanto a estas alturas los cuentos infantiles.

-¿A qué otra historia le gustaría darle la vuelta?

-Hay un cuento de los Grimm que no es muy conocido pero que me gusta mucho. Se llama La boda de Dama Raposa. Trata el tema de los celos y es un poco desquiciante.

-¿Qué tiene a la vista?

-Yo siempre escribo, sobre todo, literatura para adultos, aunque la editorial para la que trabajo no está centrada en esos temas. Tarde o temprano tendré que autopublicar algunas de esas obras que tengo en el cajón como Flor del pasado o Chispa y humo.

-Su primer libro, El último pecado capital, lo presentó las pasadas Navidades y ahora llega con Caperucita... Está usted inspirada.

-(Risas). La verdad es que escribo muy rápido. Cada uno de ellos me llevó en torno a un mes.

-¿Se enclaustra?

-Sí, suelo aprovechar todas las horas del día, pero prefiero la noche. Es el momento de más tranquilidad y concentración.

-Por su juventud, imagino que las editoriales desconfiarían al principio.

-Sí, estuve como un año buscando editorial, y como dos o tres años haciéndolo de otra manera: mandaba los originales a las grandes casas y creo que ni los leían. Hasta que decidí colgar mis obras en internet, en un blog (http://the-grown-up-mermaid.blogspot.com) y que las leyera quien quisiera, hasta que la Editorial Educando me llamó. Y aquí estoy.

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