El legado de Aleixandre vuelve a ser objetivo de la Diputación

La Diputación Provincial de Málaga retomará las negociaciones para comprar el archivo del Premio Nobel Vicente Aleixandre y que éste pase a formar parte del Centro Cultural de la Generación del 27 si la Junta de Andalucía y los actuales dueños, Carlos y Ruth Bousoño, están de acuerdo.

Así lo aseguró la diputada de Cultura y Deportes, Marina Bravo, que precisó que las gestiones tendrán que empezar otra vez "desde cero" y que el primer paso es reunirse con la delegación de Cultura de la Junta de Andalucía, para saber si ésta sigue interesada en la compra de la biblioteca.

Los dueños legítimos del legado del Premio Nobel son el poeta y académico de la Lengua Carlos Bousoño y la mujer de éste, la abogada y filóloga Ruth Bousoño, ambos amigos de Aleixandre y a los que el poeta les dejó su obra por expreso deseo al morir en 1984.

Lo ha determinado así la Audiencia Provincial de Madrid, que ha desestimado hace unos días el recurso de apelación presentado por la sobrina del escritor, Amaya Aleixandre, contra el matrimonio Bousoño, para que éstos le entregaran el archivo y otros bienes de su tío, y ya en 2009 los tribunales rechazaron una primera petición.

El proceso judicial entre las dos partes comenzó en octubre de 2007, al hacerse pública la intención de la Junta de Andalucía y de la Diputación Provincial de Málaga de comprar por cinco millones de euros la biblioteca del autor de "Sombra del paraíso", operación que quedó suspendida ante la demanda que presentó Amaya Aleixandre.

D e esta forma, la diputada de Cultura resaltó que, para la Diputación, "la biblioteca de Aleixandre sigue teniendo el mismo interés ahora que tenía entonces" y que "sea de quien sea", desean albergarlo en el Centro Cultural de la Generación del 27 porque, según ella, es el centro "más importante" de este grupo literario.

"Lo que solicitamos es llegar a un acuerdo para comprar el archivo y proponer que la ayuda de la Junta de Andalucía vaya a la Diputación", para que ésta pueda obtener, según Marina Bravo, el derecho a comprarlo, a quedarse con él y a exponerlo en el Centro Cultural.