Las letras también son ciencia

Divulgación

La Noche Europea de los Investigadores acoge hoy actividades que rompen el esquema arcaico de que las humanidades y el método científico son excluyentes

El último viernes de septiembre tiene lugar la mayor jornada europea simultánea dedicada a la divulgación científica.
El último viernes de septiembre tiene lugar la mayor jornada europea simultánea dedicada a la divulgación científica. / Javier Albiñana
José Luis Zafra

Málaga, 28 de septiembre 2018 - 09:01

Desde chiquititos se nos va bifurcando los conocimientos que potencialmente adquirimos en nuestra vida: o eres de ciencias o eres de letras. Acentuaremos la conjunción o, que hace de separador entre las cualidades asignadas a las ramas -unos, rigurosos y lógicos; otros, creativos y expresivos- y de exclusión de la una y la otra. Esta división del conocimiento es errónea, ya que no abarca todo el conocimiento universal, y es injusta, porque asienta una afirmación que no queda reflejada en la realidad.

La Noche Europea de los Investigadores se celebra desde hace siete años el último viernes de septiembre, simultáneamente y en multitud de ciudades del continente. La jornada tiene la oportunidad de romper el esquema dicotómico y demostrar que el método científico no se queda en el ensayo y error sino que bebe de su contexto social y puede investigarse desde una perspectiva humanista.

Esther Mena es una de las tres anfitrionas de ¿Todos siempre incluye a todas?. Esta profesora de Teoría e Historia de la Educación es una de las responsables de que el título tenga el arroba característico: "en este evento hay muchísimas más investigadoras que investigadores". En su actividad argumentará que el masculino genérico del español puede ser poco preciso, ya que no siempre representa a todos los receptores de un mensaje, indistintamente del género, por lo que explicó que "las mujeres tenemos que hacer una labor diaria de traducción simultánea para saber si estamos incluidas". Todo ello es mucho más complicado de demostrar científicamente "porque tratar con personas es mucho más complicado: no somos un compuesto químico".

Otro tema de actualidad que cuesta tomárselo en serio es el humor: su contexto, su historia y sus límites. Hasta este último punto puede ser analizado con una metodología, según explica Antonio Calvo, profesor y doctor de Historia Moderna y Contemporánea. En su intervención pretende hacer un recorrido científico para demostrar la importancia del humor "parece algo anecdótico pero que ha estado presente en la humanidad desde los inicios". Este investigador defiende que, aunque la historia como tal no es tangible, su labor "es ciencia y está vivo", pese a que la interpretaciones de la historia pueden quedar en desuso o inválidas, al igual que las teorías científicas van evolucionando.

La última de estas actividades está íntimamente ligada a Málaga y su identidad. La anfitriona es Clelia Martínez, catedrática de Ciencias Históricas de la UMA. En ella se rescatará la historia de Ciriaco y Paula, los patronos y mártires de la ciudad, cuya historia arraigó la identidad cristiana en Málaga: su relato ocurrió en época musulmana y los textos que nos llegan a nuestro tiempo fueron redactados muchísimos años más tarde, justificando de alguna manera la Reconquista de los Reyes Católicos. La actividad busca reconstruir "qué elementos hay en esa historia con esas tres líneas".

Los tres investigadores, que ofrecerán hoy microencuentros en el Rectorado de la Universidad de Málaga, coinciden en que el primer paso para desencajar la idea de que las letras y las ciencias son excluyentes y separadas es que ambas vertientes del conocimiento están ligadas al método científico y que incluso la propia ciencia está influida por su contexto social e histórico. Hoy, salen a la calle para demostrar que la ciencia no se queda recluida en las paredes del laboratorio.

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