La loca que pudo reinar

Concha Velasco regresa a Málaga con su 'Reina Juana', esta vez en el Teatro Alameda, con cuatro funciones desde mañana hasta el sábado

Concha Velasco, en una función de 'Reina Juana'.
Concha Velasco, en una función de 'Reina Juana'. / Julián Pérez / Efe
Pablo Bujalance

Málaga, 04 de octubre 2017 - 08:22

Mientras el anunciado proyecto de Antonio Banderas en el Teatro Alameda empieza a tomar forma, el escenario de la calle Córdoba continúa con su temporada (lo hará hasta el término de la misma, en junio del año que viene) y se reserva para esta semana un menú especial, tanto por su protagonista como por su condición de verso suelto en una programación consagrada casi en su totalidad a la comedia: un verdadero clásico como Concha Velasco subirá a las tablas para representar Reina Juana, el monólogo escrito por Ernesto Caballero y dirigido por Gerardo Vera, con cuatro funciones desde mañana jueves hasta el sábado (cuando brindará dos pases en la misma jornada). Lo hará diez meses después de la comparecencia con la misma obra en el Cervantes, dentro de la pasada edición del Festival de Teatro de Málaga; y poco antes de la definitiva despedida de la función en el Teatro de la Abadía en Madrid, que se prolongará desde el 11 de octubre hasta el 12 de noviembre. Concha Velasco pondrá así el punto final a un proyecto que ha paseado por toda España desde su estreno en abril de 2016 en el Teatro Lope de Vega de Sevilla y que han visto más de cien mil espectadores. En declaraciones recogidas ayer por Efe, la intérprete admitía el "dolor" y el "sufrimiento" que ha llegado a sufrir al meterse durante tanto tiempo en la piel de Juana La Loca y explicaba así los motivos del adiós: "El personaje ha crecido, el texto es mío. Dejo a Concha en el camerino y vivo a Juana todos los días. Anímicamente me está afectando mucho, vivo demasiado intensamente el dolor de Juana y hay que acabar. Son sus últimas cinco horas de su vida, sus últimas palabras son '¡qué hermoso príncipe!', y muere. Y yo llevo dos años muriéndome cada noche. Tiene que acabar porque un día moriré de verdad". La antesala del cierre de gira en Málaga se revela, por tanto, como una oportunidad harto interesante para asistir al proceso de maduración de un personaje bien complejo en el cuerpo y la voz de una actriz a la altura.

En conversación con Málaga Hoy, Concha Velasco explica así la dificultad de sacar adelante un reto interpretativo como el que entraña Reina Juana: "No me gusta decir que me cuesta hacer tal o cual papel, porque siempre disfruto trabajando. Pero la verdad es que la reina Juana ha requerido un esfuerzo especial. Yo soy creyente, pero ella rechazó la fe al verse utilizada por la Iglesia. Fue la gran maltratada de la Historia, un talento enorme, una mujer culta y capaz que terminó vendida como mercancía. Hasta cuando ya creía que había pasado lo peor, el rey Enrique VIII de Inglaterra se ofreció a quedársela para ver si de una vez tenía descendencia. Por eso rechazó la confesión una y otra vez, hasta que obligada. Su confesor, por cierto, fue San Francisco de Borja, el mismo sacerdote que animó a Santa Teresa a que se pusiera en marcha y emprendiera la reforma. Es una conexión maravillosa". En cuanto a la oportunidad servida en bandeja para dar vida a Juana I de Castilla, la actriz, que ciertamente fue Santa Teresa de Jesús para la pequeña pantalla en la recordada serie de Josefina Molina y que ha rubricado algunas de las páginas más brillantes del cine y el teatro español en el último siglo, no oculta su privilegio: "Verás, yo tengo una suerte enorme, y es que cuando hay un proyecto o un director que me interesan puedo pedírmelos. Desde que hice La vida por delante tenía un compromiso con el productor Jesús Cimarro, pero Juanjo Seoane me propuso hacer Reina Juana con Gerardo Vera como director, así que fui a Cimarro y le dije que tenía que dejarme hacerlo. Y me dejó, claro".

"Triste y dolorida", según sus propias palabras, por la situación en Cataluña ("En el Parlamento hay que hablar, no se puede aplicar la razón de la sinrazón", afirma), Concha Velasco sostiene sin embargo que "el mundo apenas ha cambiado. Hace poco estuve leyendo el diario que escribí hace justo una década y entonces sucedía exactamente lo mismo que ahora. Lo que menos ha cambiado, eso sí, es la ilusión y el amor que siento por mi trabajo". Y vuelve a recordar a su Santa Teresa con un adagio particular: "Ya que estamos aquí, hagámoslo bien".

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