Cultura

La otra 'marca España'

Comedia de acción, España, 2014, 104 min. Dirección y guión: Santiago Segura. Fotografía: Teo Delgado. Música: Roque Baños. Intérpretes: Santiago Segura, Julián López, Jesulín de Ubrique, Alec Baldwin, Fernando Esteso, Carlos Areces, Angy Fernández, Anna Simón, Neus Asensi, Chus Lampreave, Florentino Fernández. Cines: Málaga Nostrum, Vialia, Rosaleda, Plaza Mayor, La Verónica, Alfil, Miramar, La Cañada, Rinción de la Victoria, Ronda, El Ingenio.

Pasada ya la década del realismo blando y social más ramplón, el último cine español encuentra inopinados puntos de encuentro en su ataque a la realidad de la crisis bajo formas, modos y fórmulas dispares en las que el exceso, la sátira y la comedia trascienden el costumbrismo para devolver una imagen deformada en la que seguimos reconociéndonos con suma facilidad en nuestras innumerables miserias.

Almodóvar (Los amantes pasajeros), Cavestany (Gente en sitios), Vermut (Magical girl), Lacuesta (Murieron por encima de sus posibilidades) y ahora Segura (Torrente 5) nos están hablando realmente de lo mismo aunque no sea fácil detectarlo a primera vista: unos desde una posición netamente industrial y privilegiada, otros desde cierta marginalidad heterodoxa y contestataria; unos desde la astracanada más zafia, otros desde sutiles variaciones e hibridaciones genéricas; todos, en definitiva, con una mirada a España, o a lo que queda de ella, que propone una deformación y una dialéctica (no siempre del todo conflictiva) antes que un mero espejo.

Segura le lleva ventaja a todos después de sus cuatro entregas torrentianas, todas ellas elaboradas a partir del detritus televisivo, pero no parece haber aprendido en el proceso una lección fundamental: que la ampulosidad de su parodia del cine de acción a la americana casa muy mal, o cansa ya mucho, mejor dicho, en su alianza con la grasa ibérica, el lamparón y la escatología sacada del baúl más pestilente de nuestra picaresca.

Así, los contados hallazgos y chistes, que los hay, de esta quinta entrega de las aventuras patriotas de Torrente en un futuro cercano y en pesetas, se dispersan y pierden entre una hipermusculada y muy poco irónica puesta en escena que, como en ocasiones anteriores, y a cada cual con un mayor profesionalismo mal entendido, insiste en dar una dosis de adrenalina de pacotilla a un espectador que tal vez se contentaría con poder ver más tiempo haciendo el ganso alrededor de una mesa a Jesulín de Ubrique, Alec Baldwin, Chiquito de la Calzada, Fernando Esteso o Mocito Feliz.

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