"Yo cuando me miro en el espejo también me veo un dinosaurio del rock"

El rockero de Carabanchel llega hoy a la Sala París 15 para presentar 'A veces cuesta llegar al estribillo', un título con el que define 40 años de carrera

El veterano músico aún no piensa en la retirada porque asegura que "con dignidad" y "midiendo las energías" aún puede durar unos años.
El veterano músico aún no piensa en la retirada porque asegura que "con dignidad" y "midiendo las energías" aún puede durar unos años.
Rocío Armas / Málaga

08 de abril 2011 - 05:00

Si Rosendo fuera aquel poeta diría lo mismo: confieso que he vivido. Dedicar cuarenta de sus 57 años a la cara menos complaciente del rock no es cualquier cosa. El fundador de Leño regresa a los escenarios con once nuevas canciones que presentará esta noche en directo en la Sala París 15. Afable y generoso en sus reflexiones, el tiempo no ha robado al músico ni un ápice de autenticidad, más bien lo contrario. "Quizás tenga más mala leche que antes", reconoce.

-Después de tres años sin sacar material nuevo vuelve con 'A veces cuesta llegar al estribillo', ¿es la conclusión a la que ha llegado?

-El título juega con el momento de mi carrera en el que me encuentro Después de casi cuarenta años he pasado de todos los colores, y ahora estoy en un momento relajado y de alguna forma reconocido. Ese puede ser el estribillo, la fase divertida de las canciones.

-Dice que estas letras hablan de lo mismo de siempre: "lo mal que nos llevamos, la mala leche que hay y lo chungos que son los políticos", ¿no hay esperanza o la única esperanza es la música?

-Eso es lo que veo cada día alrededor y lo que sentimos casi todos, pienso. Los políticos están ganando que tengamos la sensación de que esto no tiene apaño. Es una lástima, pero así es. Vamos a remolque de lo que ellos deciden, y así nos va. Si pretenden que les dejemos de lado lo van a conseguir.

-¿El derecho al pataleo se reflejará luego en el voto?

-El voto es el momento pero sabemos también cómo funciona esto. Los de siempre votan a los de siempre para que todo vaya como siempre. Y los que estamos dándole vueltas al final lo que hacemos es perjudicarnos. Bastante desencanto, la verdad.

-En el tema 'Mala tiña' arremete e contra los programas del corazón. ¿Son hoy el opio del pueblo?

-Un poco, la verdad, por lo infame que puede llegar a ser la televisión y lo que nos venden por ella. Y lo peor es que hay muchos pseudoperiodistas que se apuntan al carro. Me da bastante grima todo eso. Yo ya soy muy mayor y si hace 40 años podría tener la ilusión de que se podían cambiar las cosas ahora no sólo no es así, sino que va a peor.

-En otro de los temas, 'Angelitos' regresa a uno de sus clásicos, la Iglesia y la religión, ¿tampoco ve aquí evolución?

-Algunas veces cuando echo la vista atrás y repaso los temas siempre veo alguno que critica la religión y sus consecuencias. Estuve en Los Salesianos de crío y supongo que eso habrá dejado algunas secuelas (risas). Hace mucho que decidí que no tenía nada que ver con eso.

-En esta ocasión ha contado con la colaboración de su hijo Rodrigo, ¿su relevo generacional?

-Es la tercera vez que colabora y no quiero hablar mucho porque me pongo a babear (risas). Tiro mucho de él porque la verdad es que me quita bastante trabajo. Lo está haciendo muy bien.

-Aún concibe el rock como una "herramienta de transgresión", ¿pero se le hace a usted el mismo caso que antes?

-El rock musicalmente tiene fuerza y lo aprovechamos para decir cosas que creemos importantes. A la hora de escribir a lo mejor se me nota menos porque uno va relajando la energía , pero la intención es igual o peor. Hay más mala leche contenida (risas).

-Cuando le definen como vieja leyenda del rock, ¿qué le molesta más: lo de viejo o lo de leyenda?

-No sé qué será peor. Cuando ya se tienen unos años pasas a ser un dinosaurio. La verdad es que cuando me miro al espejo también me veo un señor mayor. No puedo hacer nada por evitarlo. Pero me siento bien a pesar de todo.

-En 2006 recibió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes. ¿Le ha servido para algo?,

-A alguien se le debió de ir la cabeza en algún momento, no lo sé. Pero para mí es un orgullo, no deja de ser un reconocimiento oficial que era impensable y lo sigue siendo. Pero por lo demás tampoco me ha descolocado mis planteamientos. Y a mi madre le hizo mucha ilusión.

-Miguel Ríos se despidió de los escenarios con la gira 'Bye Bye Ríos', rock hasta el final? ¿Cómo se llamaría la tuya?

-La verdad es que cuando ves las barbas del de enfrente te pica un poco la tuya, pero a mí no me gustaría seguir en activo hasta el final. Si sabes medir las energías puedes durar unos años. Sobre todo con dignidad, porque si no sería infame a estas alturas.

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