Cultura

Las muñecas rusas de 'Guernica-AlexanderPlatz'

CARTOGRAFÍAS, objetos encontrados, obras rayanas en la figuración y acompañadas de microrrelatos… Así como un mural que envuelve la sala central de la galería de Isabel Hurley (Paseo de Reding, 39). Son las piezas que componen Guernica-Alexanderplatz, exposición del artista José Medina Galeote (comisariada por Juan Francisco Rueda). El título no puede ser más atractivo, especialmente para los obsesos de la Segunda Guerra Mundial, el más grave y decisivo de los Apocalipsis sucedidos a lo largo del siglo pasado. Aquí, la magnitud de la historia se suspende en favor de pequeñas historias que, sugeridas a modo de firmes matrioskas, centran el discurso: la versión del Retrato de la Marquesa de Santa Cruz, el Goya que supuestamente iba a regalar Franco a Hitler en la cita de Hendaya (merced al detallito esvástico en la lira de la retratada). O la cubertería procedente de la fábrica de Guernica que quedó exenta del bombardeo, y que al parecer sí que alcanzó su destino berlinés. O la representación mural donde Medina Galeote camufla el mobiliario del búnker hitleriano, escondite del apóstol de la sangre negra del nacionalsocialismo. Relatos menores que, en palabras del comisario de la exposición, "pivotan entre el hecho histórico contrastado y la sospecha más que fundada". Juguetear con la leyenda o experimentar con la verdad, he ahí la propuesta del creador. La elección de esta espectadora pasa por imaginar con horror la utopía de Germania, el proyecto urbanita de Berlín que iba a encumbrar a Albert Speer: el favorito del Führer. El mismo que, con la cúpula de la Gran Nave, iba a dejar la basílica de San Pedro hecha una capillita.

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