La muralla de Málaga desvela vestigios de torres islámicas
Una exposición en la Sala Ámbito Cultural de El Corte Inglés recuerda los diversos hallazgos de esta gran construcción del siglo XI y sus tramos visibles
La muralla de Málaga fue una de las construcciones mayestáticas realizadas en el siglo XI bajo el califato de los hammudíes, junto con la alcazaba y la mezquita. Ahora una exposición en la sala Ámbito Cultural de El Corte Inglés recuerda los hallazgos más relevantes encontrados en su tramo norte, concretamente desde la Alcazaba hasta el inicio del Muro de San Julián. Una serie de paneles revelan vestigios como el torreón que apareció en la excavación de 1996 de calle Alcazabilla.
Una modificación en el proyecto ha permitido ahora integrarlo en el sótano del local comercial a construir, de forma que los restos puedan ser visitables cuando culminen las obras del inmueble, en un año aproximadamente, según explicó ayer la arqueóloga, Carmen Iñiguez.
Esta muestra permite conocerla la fortificación malagueña desde diferentes perspectivas: la muralla en la planimetría histórica, la muralla en la documentación iconográfica y la muralla según los resultados de la investigación arqueológica.
En otro de los tramos de la muralla, el pasado año, las catas de la calle Ramón Franquelo descubrieron una gran torre, que el equipo comandado por Íñiguez pretende igualmente que se integre en un edificio de viviendas.
La exposición incluye además imágenes del Muro de Santa Ana, la puerta de Granada -sin actuación arqueológica relevante- y la torre hallada hace unos años en Puerta de Buenaventura, integrada ahora en la fisonomía de la actual librería Proteo.
Como relató Íñiguez, en la calle Muro de San Julián se encuentra además el único tramo de muralla no visitable "pero protegido para que no quede dañado por la cimentación", matiza la experta.
El conjunto defensivo que da nombre a la muralla de Málaga está integrado por la cerca que combina paños de muro entre torres, espacio de liza, barbacana y foso. Su edificación se mantuvo en pie hasta el siglo XVII, momento en que la pérdida de su funcionalidad en este sector llevó a su fosilización en el parcelario urbano.
La exposición se completa con una pequeña muestra en cuatro vitrinas de restos de cerámicas procedentes de los alfares del arrabal de La Fontanela, que abarca desde el norte de La Alcazaba hasta el Convento de San Francisco.
Como recordó la arqueóloga malagueña, la muestra, que podrá ser visitable hasta el 30 de diciembre forma parte del ciclo III Cita con la Arqueología y pretende ser tan sólo el punto de partida de una serie de iniciativas que permitan acercar al público neófito los resultados de los distintos hallazgos arqueológicos en la ciudad de Málaga.
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