Barro de un museo para todos
Museo Picasso Málaga
Miquel Barceló tutela en el Museo Picasso el proyecto de inserción social ‘Habla el barro’, en el que han participado 500 personas en riesgo de exclusión
Málaga/Por más que se trate de una cuestión a menudo soslayada y registrada con letra pequeña en los balances, la inserción social que hacen posible los museos a través de la participación directa de colectivos desfavorecidos y en riesgo de exclusión se ha convertido en una materia urgente y de primer orden, especialmente desde el estallido de la pandemia, cuando los cauces de la exclusión han multiplicado cruelmente sus efectos. Y vale la pena subrayar que la Málaga de los museos es, en consecuencia, una ciudad con numerosos proyectos en este sentido, a menudo con carácter pionero y constitutivos de una dimensión muy distinta de la manera componenda turística. El Museo Picasso Málaga mantiene desde sus inicios un compromiso álgido al respecto y este mismo martes dio buena cuenta de su último empeño con la presentación de Habla el barro, resultado de un taller celebrado durante los meses de mayo y junio en el que han participado más de quinientas personas con diversidad funcional y en situación de vulnerabilidad social. Este taller se organizó dentro de los actos adscritos a la exposición Metamorfosis, de Miquel Barceló, y el mismo artista tuteló personalmente varios de los encuentros con instrucciones precisas a los artistas. La síntesis de esta experiencia, puesta en marcha con la colaboración de la Fundación La Caixa, es una gran obra de creación colectiva que hasta el mes de septiembre se puede ver en el espacio El Otro Museo del mismo Museo Picasso Málaga.
Así, tal y como informaron desde el museo, más de treinta colectivos que trabajan con personas en riesgo de vulnerabilidad social han participado en más de setenta acciones en las instalaciones del museo. El proyecto es una continuación del programa de accesibilidad diseñado por el museo desde hace años, “en el que de manera continuada distintos colectivos participan en acciones, convirtiendo la pinacoteca en un espacio de encuentro, experimentación, reflexión y que tiene como objeto empoderar a aquellas personas más vulnerables”. En total se han empleado 632 kilos de arcilla, que ha sido amasada, modelada y pintada con engobes y esmaltes y posteriormente ha sido cocida a temperaturas que oscilan entre los 750 y los 1050 grados centígrados. Así, numerosos jóvenes que viven en Málaga en riesgo de inclusión social han tenido la oportunidad de trabajar el barro y la cerámica de la mano de Miquel Barceló.
El resultado es esta obra colectiva que propone estimular la participación social en el entorno artístico. Desde el Museo Picasso agradecen la implicación de los colectivos participantes: ACCEM, Asociación de Discapacitados Psíquicos de Antequera y de su Comarca, Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer y otras demencias, Centro de día Almedina, Asociación Pro Inserción Laboral de Personas con Discapacidad, Asociación Arrabal, ASIMAS, Casa Hogar el Cónsul, Fundación Pública Andaluza para la Integración Social de Personas con Enfermedad Mental, Comisión Española de Ayuda al Refugiado, CEIP Prácticas Nº1, Fundación Acompaña, Asociación Deméter por la Igualdad, Fundación Don Bosco, Asociación de Síndrome de Down de Málaga, Fuensocial, Fundación Málaga CF, Hospital de Día de Salud Mental El Cónsul, Integración para la Vida, Asociación de Ayuda contra las Adicciones, Centro Social de Mayores El Perchel, Mujer emancipada, Nuevo Hogar, Asociación Cívica para la Prevención, Centro de Acogida de San Juan de Dios, Federación Personas Sordas de Málaga, Asociación Taller Amistad, Asociación TOCA e IES Universidad Laboral.
Habla el barro se incluye dentro del programa para personas con diversidad funcional y en situación de vulnerabilidad social que el Museo Picasso está llevando a cabo con la colaboración de la Fundación La Caixa desde hace varios años. Los resultados de estos proyectos han sido mostrados en las instalaciones del centro, con propuestas como El cajón del subconsciente, Cadáver exquisito, Tradición en cerámica, Habitar el museo e Hilando diseño. Para estos y otros proyectos vinculados a públicos vulnerables, el museo ha contado con la colaboración de artistas como Miguel Trillo, María Escoté y ahora Miquel Barceló.
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