En cuestión de año y medio, la provincia ha vivido uno de los períodos más fructíferos en cuanto a expasión museística se refiere. El Centro Nacional de Arte y Cultura Georges Pompidou de París y el Museo Estatal Ruso han apostado por esta ciudad para colocar sus filiales. Parafraseando el título de la obra teatral de Fernán Gómez, los museos en Málaga ahora sí son para el verano. No es que antes no lo fuese, pero en la actualidad Málaga ofrece una atractiva y variada oferta con Jackson Pollock, Marc Chagall, Jacques Villeglé o Richard Long a la cabeza.

La última exposición inaugurada en la ciudad, correspondiente con la temporal del Museo Ruso Chagall y sus contemporáneos rusos, causa verdadera expectación no sólo por los cuadros exhibidos -El paseo, Amantes azules o Judío en rojo de Marc Chagall-, sino también porque incluye la reconstrucción del comedor de la casa de Chagall en Vítebsk con el mobiliario original del mismo, traída al completo desde el Museo de San Petersburgo. En cuanto a los artistas que completan esta muestra, destaca el regreso del Autorretrato de Nathán Altman, la cubierta de El cuento de la cabra de El Lisitski, Interior. Familia a la mesa de Vera Péstel y el Retrato de un desconocido de Róbert Falk.

El Centro Pompidou acoge hasta el 25 de septiembre otra de los caramelitos estivales. Titulada El Nuevo Realismo, la nueva muestra temporal reúne 19 obras de un grupo de creadores nacido en París a principios de los 60 que tuvo como pretensión "crear una arte en íntimo contacto con la sociedad que les rodeaba mediante la apropiación de elementos extraídos directamente de ella", cuenta Amalia Muñoz en Arte y arquitectura del siglo XX. Raymond Hains y Jacques Villeglé lo hicieron con carteles rasgados; Martial Raysselo con neones usados; Arman con desechos de la basura; Gérard Deschamps con trapos viejos; César con las carrocerías de coches desguazados; Daniel Spoerri con vajillas de vidrio, porcelana e incluso restos de comida; y Jean Tinguely, entre otros, motores, con objetos de plástico.

Estos mismos artistas buscaban en las cosas más corrientes, al igual que Jackson Pollock o Pablo Picasso, una nueva belleza. Precisamente el Mural de Pollock se podrá ver hasta el 11 de septiembre en el Museo Picasso Málaga, acompañado de otras importantes piezas como Hilo/Yarn, de Andy Warhol, La grande foule de Antonio Saura o Elegía a la República Española nº 126 de Robert Motherwell dentro de la temporal Mural. Jackson Pollock. La energía hecha visible.

En contraposición a estos artistas, llega al Museo Carmen Thyssen la exposición disponible hasta el cuatro de septiembre Reflejos del pop con el objetivo de aproximarse a la recepción del arte pop internacional en España durante las décadas de 1960 y 1970, a través de las propuestas de Luis Gordillo, Eduardo Arroyo, Equipo Crónica y Equipo Realidad.

Por último, el Centro de Arte Contemporáneo acoge otro de los grandes reclamos: la exposición temporal de Richard Long. Titulada Cold stones, la muestra reúne una treintena de piezas que repasan la trayectoria del escultor bristoliano, además de nuevas obras site specific, es decir, pensadas expresamente para el espacio expositivo ubicado en calle Alemania.