Nacho Sarria, el cantante malagueño que cautivó a Leiva: "Quería darme la oportunidad que él tuvo con Pereza"
El artista de Rincón de la Victoria y su banda se han hecho un hueco en el panorama nacional apadrinados por el madrileño
En noviembre de 2024, Nacho Sarria (Rincón de la Victoria, 1995) tocó junto a su banda en el WiZink Center como teloneros de Sidecars. Esa noche, casualmente, Leiva asistió al concierto. Quedó maravillado con la propuesta del joven malagueño y su sonido. Meses después, mientras el cantante se echaba una siesta con su pareja, le llegó un SMS de un número desconocido: "Hola, Nacho. Soy Leiva. Te tengo que proponer una cosa".
"Al principio pensaba que era un compañero gastándome una broma. Llamé al teléfono y efectivamente era Leiva. Había descubierto mi música a través de su hermano. Nos vio en noviembre teloneando a su hermano Juancho Conejo con Sidecars en Madrid. Quería que fuéramos los teloneros de una parte de la gira", relata entusiasmado. El pasado fin de semana, el músico malagueño se subió al escenario del Marenostrum Fuengirola para cantar Lady Madrid con el exlíder de Pereza acompañado de su grupo de rock, encargados de abrir la noche.
El artista de Rincón de la Victoria se ha hecho un hueco en el panorama nacional apadrinado por Leiva. De hecho, lleva meses teloneándolo en su última gira, Gigante, junto a grupo y ya prepara su tercer disco. Al malagueño le acompaña su experimentada e inseparable banda formada por Alejandro Hidalgo (guitarra), Eduardo Díaz Miguel (a las teclas), Alfon López (bajo) y Roberto García (batería).
"Me decía estos días que quería devolver esa oportunidad que le dieron cuando empezó con Pereza. Quería hacer lo mismo con otra banda porque a él no lo cuidaron mucho cuando le pasaron estas cosas de joven", cuenta. Para el artista, "está siendo una maravilla". "Todo su equipo y él son un amor. Me están cuidando mucho. Son muy generosos. Cuando teloneas te sientes un intruso porque le das curro al equipo técnico. A veces son como favores, oficinas ayudándose unas a otras, pero esto ha sido una decisión de Leiva. Le apetecía hacerlo. Es muy bonito porque nos sentimos como si fuéramos parte de la banda", admite.
Su universidad del rock
El músico hizo sus primeros pinitos con diez años tocando la guitarra y atesora, a su edad, una dilatada carrera. A los 15, firmó su primera gira con los malagueños Denyse y los histéricos. Cinco años después, estaba rodando por medio mundo con Los Labios, banda sevillana donde reemplazó a Álvaro Suite, guitarrista de Bunbury. "Empecé de pipa trabajando en producción. Con ese grupo hicimos tour en Australia, Reino Unido. Estuvimos en Bahamas, México, Chile, Países Bajos. Grabamos un par de discos en casa de Lenny Kravitz en Bahamas. Estuvimos con su guitarrista principal, Craig Ross. Nos produjo varios discos. Fue mi universidad del rock", rememora. Luego comenzó a componer sus propias canciones y a interpretarlas. "Saqué dos EPs en una onda muy Pereza. Cuando empecé a cantar lo hice por Pereza. Me obsesioné con Leiva y quería hacer lo mismo", confiesa.
El rock de los 60 y 70 ha sido su escuela. Los Doors, los Beatles o The Faces se encuentran entre sus referentes. "Esa ha sido mi dieta musical toda mi vida. Ahora escucho mucha música. Ellos me han enseñado a tocar. Mi filosofía musical a la hora de componer y de tocarla en directo viene de esa escuela", reconoce. Su dos primeros trabajos son una buena muestra de ello: Sarria (2021) y El mundo es cruel (pero creo en él) (2024).
"Siempre que termino de grabar un disco pienso que el objetivo es encontrar mi sonido. El primero fue un álbum muy honesto conmigo mismo y con mis influencias, con la música de la que yo vengo. Se trató de un homenaje a la música de los 70. El segundo trabajo es más personal. En el primero me tenía que inventar a Sarria", relata. Su segundo disco de estudio ha sido producido por Paco Loco (colaborador de Hinds, Nacho Vegas, Bunbury, Mikel Erentxun) y mezclado por John Agnello (Patti Smith, Dinosaur Jr.).
En este segundo trabajo, Sarria mezcla rock con psicodelia y se atreve a hablar de temas todavía tabú como la ansiedad (Química inestable) sin ser extremadamente "pesimista". "La música te da ese espacio para poder confesarte sin que te dé palo hacerlo. La siento mi zona de confort para hablar de las cosas que me preocupan. Casi todos los temas parten de una situación complicada. He intentado que sea un disco realista y hablar de mis problemas a corazón abierto", afirma mientras reconoce que "el título resume muy bien el espíritu de las canciones: todas parten de una crisis existencial y acaban resolviéndose".
Nuevo disco y últimos conciertos con Leiva
El músico de Rincón de la Victoria lanzará nueva canción el próximo 12 de septiembre como "puente entre los dos discos". En otoño empezará la grabación del tercer álbum. "Voy a tirar por un sonido con mucho ritmo y en directo va a dar mucho juego. He encontrado mi nueva fórmula de hacer canciones", asegura contento. Antes de descolgar el teléfono, recuerda que a su banda y a él aún le quedan cuatro conciertos por delante como teloneros de Leiva (Alicante, Murcia, Guadalajara y Almería). Muchos aún están a tiempo de quedar cautivados como el frontman por su potencia en directo.
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