Cultura

'Los nigromantes', desafío de puro teatro

  • A Telón Cerrado presenta en formato "de cerca" el texto de Pablo Bujalance

En una sala de la tercera planta del hotel AC Málaga Palacio apareció hace días el cadáver de Pablo. Ante las extrañas circunstancias de una muerte violenta y anticipada, dos de sus amigos, Luis y Maite, deciden buscar respuestas en una güija. En el mismo lugar en el que el espíritu del fallecido se fue, pretenden hacerlo volver con el ánimo de desvelar el quién y el por qué de su trágico final. Lo que no sospechan al inicio de todo es que su acción abrirá una puerta al más allá que los conectará con otras presencias. Así se inicia Los nigromantes, un viaje por distintos géneros teatrales escrito por Pablo Bujalance y que pone en escena la compañía A Telón Cerrado en el citado hotel. La obra se estrena mañana (a las 20:00) y se volverá a representar los días 17 de enero, 6 y 7 de febrero dentro de la sección Off del Festival de Teatro de Málaga.

Carmen Titos, Javier Viana y Antonio Zafra protagonizan este montaje de "teatro de cerca", en el que el actor no puede esconderse de un público con el que cohabita y junto al que respira cada movimiento, como cuenta Maite Serrano, que ha dirigido la obra junto a José Antonio Triguero. "Los nigromantes tiene mucho de thriller, pero también está presente la comedia, contiene una escena dramática de mucha fuerza y se convierte en algo surrealista y patafísico", describe la directora. "Lo que más me gustó de la obra fue la riqueza de contrastes, algo que provoca que el público no se aburra, que hace que funcione", agrega Serrano.

A Telón Cerrado lleva ya tres años llenando de teatro el Hotel AC Málaga Palacio. Para esta ocasión, José Antonio Triguero le pidió una obra al escritor y periodista Pablo Bujalance. "Ya tenía la idea, contaba con pequeños esbozos desde hacía años y vimos la posibilidad de ponerla en marcha", relata el autor. Para él, el texto es "una versión loca de la Divina Comedia", y destaca sus giros. De una escena de drama hondo, en la que se presenta un fuerte conflicto con el abuso de menores como argumento, "se pasa a la comedia más chalada", dice Bujalance.

Después de casi dos meses de trabajo, "hemos profundizado tanto en los personajes que los hemos hecho nuestros, cada uno tiene una manera de encajarlo y ha puesto mucho de su parte para enriquecerlo", considera Maite Serrano. Javier Viana valora de su personaje "que tiene muchas capas, muchas lecturas tanto desde dentro como desde el que lo ve" y Carmen Titos afirma que "lo más desafiante es ese paseo por los diferentes géneros, pasar de uno a otro de forma instantánea".

Sin artificios, sin cambios de vestuario, sin demasiados efectos, Antonio Zafra subraya el "juego escénico de buscar distintos climas" para sus presencias con los que atrapar al público haciendo algo provocador: ni más ni menos que puro teatro.

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