Cultura

La originalidad del Centro Andaluz de las Letras

¿Un organismo que promueva la literatura de una comunidad autónoma en la que no exista una lengua diferencial? No existe a escala estatal o autonómica, salvo en Andalucía: desde su creación hace quince años, el Centro Andaluz de las Letras pretende poner en valor a los autores y multiplicar lectores, en la creencia cierta de que leer sigue siendo la mejor antesala posible para pensar. Los libros libres, como solemos decir, fomentan ciudadanos libres y ese es el principal reto que deben afrontar los demócratas.

Para nosotros, constituye un orgullo y un privilegio el hecho de que Pablo García Baena, uno de los grandes de la literatura española del último siglo, nos honre con su presencia como director emérito del CAL. A lo largo de cinco trienios, desde el edificio radicado en el número 24 de la malagueña calle Álamos, esta Consejería ha desarrollado una labor militante en la extensión y apoyo a los clubes de lectura, a las asociaciones de críticos, escritores, editores y libreros. Desde esa entidad, nos hemos comprometido con las ferias del libro, con las fundaciones culturales, con los grandes eventos y con una industria que puede y que debe crecer; pero también hemos respaldado la actividad cotidiana de quienes conciben la creación y divulgación literaria como vocación y compromiso.

La originalidad del Centro Andaluz de las Letras no consiste tanto en facilitar el contacto entre lectores y autores en las grandes ciudades, que también, sino su acercamiento a la realidad cotidiana de cientos de localidades de mediano porte o, por supuesto, minúsculas, en donde en tiempos ni siquiera hubo bibliotecas y cualquier presencia literaria era fruto del azar.

Ahora, nuestro reto estriba en nuevos horizontes y para ello hemos invitado al escritor Juan José Téllez a sumarse a nuestro equipo como director de programación y contenidos del CAL.  De un lado, con su figura y con la eficacia demostrada de los trabajadores del Centro,  pretendemos reforzar esa cercanía de la literatura a la llamada Andalucía profunda que tal vez lo sea porque ahí encontramos nuestras raíces.  Pero, por otra parte, queremos ayudar a editores, libreros y escritores a familiarizarse con el libro digital, con las nuevas formas de comercio electrónico y las nuevas tecnologías en el ámbito de la edición y divulgación de la palabra escrita.

Antes de que acabe el año pondremos en funcionamiento una oficina del autor, en donde nuestros creadores podrán obtener una información y asesoramiento adecuados a la hora de dar a conocer sus trabajos o familiarizarse con el mercado editorial. Y al tiempo que abrazamos a los autores que vienen de otros lugares del Estado español o de otros países, buscaremos cauces para que la literatura andaluza se de a conocer en otros territorios.

Frente a la globalización mercantil, apostamos por la globalización del humanismo. Y en ese mundo sin fronteras que propugnamos, tampoco podemos ponerle puertas a la creación literaria que ya no sólo late en la poesía o en la narrativa tradicional sino que fluye hacia el ensayo, al cómic, al mundo audiovisual y en nuevas formas de expresión que a veces no resultan tan nuevas pero nos permiten concebir que la palabra siga sirviéndonos para afrontar la realidad y, a ser posible, transformarla.

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