Cultura

La "pata de elefante" de Chernóbil reaparece en el Centro Pompidou de Málaga

  • La réplica a tamaño real, instalada bajo el cubo de cristal decorado con la instalación "Incubé" de David Buren que se ha convertido en el emblema del museo

El Centro Pompidou de Málaga

El Centro Pompidou de Málaga

La conocida como "pata de elefante" de Chernóbil, la masa radiactiva hallada bajo uno de los reactores de la central nuclear de esa ciudad tras el accidente de 1986, reaparece ahora en el Centro Pompidou de Málaga con una réplica creada por el artista Pablo Capitán del Río que cuestiona la realidad actual del monumento.

Esta réplica a tamaño real, instalada bajo el cubo de cristal decorado con la instalación "Incubé" de David Buren que se ha convertido en el emblema del Pompidou, forma parte de la beca "Vasos comunicantes", dotada con 10.000 euros, y que pretende vincular la sede en Málaga de la institución parisina con el espacio en esta ciudad del Museo Estatal de Arte Ruso de San Petersburgo.

Capitán del Río ha explicado este miércoles en la presentación que le atrajo de esa "pata de elefante" que se trate de "una singularidad histórica" y de un "objeto que no se puede leer", del que solo existe un ejemplar en el mundo, con una forma "que podría ser cualquiera", al haberse formado tras derretir el hormigón armado del reactor.

"Es una masa que está en continua transformación, se ha vuelto más plana y se está enfriando, aunque sigue en fisión", ha señalado el artista, que calculó el tamaño para crear su réplica a partir de fotografías y vídeos tomados en el lugar en el que se produjo el hallazgo.

La comisaria del proyecto "Monumento al desencanto", Regina Pérez Castillo, ha apuntado que el trabajo comenzó con una reflexión "sobre lo que había ocurrido con lo monumental a lo largo de la historia y sobre qué sentido tiene hoy en día".

Una "sociedad desencantada"

Ha añadido que actualmente "se viven tiempos bajos en los que no se cree en las instituciones y en los representantes políticos", por lo que, al estar asociado lo monumental al poder, se plantearon qué sentido tiene hoy "en una sociedad desencantada".

El resultado fueron "dos propuestas antimonumentales", la primera esta réplica de la pata de elefante instalada en el Centro Pompidou y la segunda, una intervención sonora-visual a cargo de la artista Luz Prado que se puede contemplar en el Museo Ruso de Málaga.

Luz Prado ha precisado que decidió trabajar con la chimenea de la antigua fábrica de función de plomo de Los Guindos, en Málaga, conocida popularmente como Torre Mónica desde que un joven pintó a lo largo de su tubo este nombre en homenaje a su pareja, por ser ya "un monumento popular de la ciudad".

La artista acudió en numerosas ocasiones durante una semana con la intención "de escuchar a la torre, algo que no es sonoro en sí mismo", y con su violín comprobó el sonido al circundar la chimenea.

El asesoramiento teórico del proyecto ha correspondido a Miguel Ángel Benjumea, quien ha resaltado el hecho de que, durante el desarrollo de esta iniciativa, "la realidad global se ha impuesto, y han aparecido colectivos ciudadanos que se han apropiado del espacio público, con prácticas antagónicas y disidentes sobre el monumento".

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