Pedro Rudolphi, el actor malagueño que protagoniza el anuncio de la Lotería de Navidad

Protagonizar el anuncio de la Lotería de Navidad ya es un premio. Y el premio le ha tocado al actor malagueño Pedro Rudolphi (1992). Aunque es tradición y un rito nacional, él ha afrontado la oportunidad con calma, como un trabajo más, aunque no niega que la ilusión le llegó a casa y a toda su familia. "Como actor, al final decimos que es la mejor publicidad que te puede salir, es una historia, como si fuese un minicortometraje", cuenta. La iconicidad del anuncio, su peso cultural y su alcance lo convirtieron en algo que su familia celebró con emoción: "Forma parte de la historia y eso es muy especial".

Rudolphi encarna al novio de Vero -el personaje interpretado por Carmen del Rosal-, atrapado entre la obsesión de ella con el décimo que encuentran en un mercadillo y sus propias ganas de ayudar. "Él está como medio aguantando, medio queriendo ayudarla, y eso genera mucha comedia", explica. Su objetivo fue claro: estar al servicio de su compañera: "Yo quería ayudarla a brillar y entender muy bien qué es lo que quiere el director y qué encaja para la historia".

A pesar de la presión que podría conllevar un anuncio tan mediático, el marbellí decidió no dejarse llevar por las expectativas: "Tampoco le he dado mucha importancia, supongo que un poco adrede para no tener presión". Para él, disfrutar del proceso era la prioridad absoluta. "Cuando nos ponemos mucha presión y empezamos a pensar cosas como 'esto lo va a ver mucha gente' o 'ha habido anuncios muy buenos anteriormente', eso crea límites, y yo quería disfrutar cada día de rodaje", admite.

Para Rudolphi, que salgan proyectos de publicidad no es extraño, pero conoce la dimensión especial que tiene este. Esta oportunidad agradece que llegase a través de su representante y de su agencia. El proceso fue el habitual: primero un vídeo en casa, prueba presencial después y, esta vez, sin tercera fase. "Te llaman, te dan la noticia de que sí, que lo vas a hacer tú".

El rodaje estuvo dirigido por Álvaro Brechner, con quien trabajó desde la prueba presencial. Fue, según recuerda, un proceso muy colaborativo: "Durante el rodaje van surgiendo cosas: ahora prueba esto, ahora prueba lo otro, ahora tírala un poquito más arriba de comedia, más naturalista". Aunque el guion venía muy definido, la construcción del tono se ajustó a base de matices, sobre todo porque la historia giraba alrededor de Vero.

El ambiente del equipo también ayudó a rebajar tensiones. Fueron varios días de grabación y, según recuerda, todo fluyó con naturalidad. "Se generó una vibra y un ambiente muy chulo en el equipo, no siempre es el caso, pero aquí sí", recuerda. Esa armonía fue clave para construir un trabajo del que sentirse "orgulloso", sin "obsesionarse por el resultado final".

Rudolphi es consciente de que los actores solo controlan una parte del proceso. "Tenemos control sobre nuestro trabajo, pero hay muchísimas otras cosas que no dependen de nosotros", reflexiona. Por eso evitó caer en la preocupación constante por el montaje final. "Estar preocupándose por si va a quedar bien o mal, como no está bajo nuestro control, al final te pone límites", añade.

En lo personal, la Navidad tiene para él un significado profundo, lejos del ruido mediático del anuncio. "Para mí la Navidad es un descanso", resume. Trabaja mucho durante el año y ese paréntesis le permite volver a una rutina familiar que echa de menos. "Yo no vivo en Málaga, vivo en Madrid, y antes vivía en Londres. Llevo 15 años sin vivir en Málaga", comenta.

Ese retorno anual se ha convertido en un ritual imprescindible. "Es ese momento de poder volver con la familia, volver a ver a gente que no ves tanto durante el año, dormir un poco más, comer mucho, disfrutar", comparte con una sonrisa. Con la edad, dice, la Navidad cambia, pero no pierde su magia: "Esa sensación de volver a casa para los que vivimos fuera".

Su familia está repartida entre Marbella y San Pedro Alcántara. Un regreso literal al eslogan de "volver a casa por Navidad". El anuncio, por tanto, no solo le conecta con millones de espectadores, sino también con su propia historia personal de alegría y emoción. Y aunque él evita engrandecerlo, es consciente del impacto que tendrá: “Lo ve mucha gente, lo ponen en muchas plataformas… como actor es guay porque te da visibilidad y tu trabajo llega a más personas”.