Se trata de una tendencia que los espectadores de las últimas ediciones del Festival de Cine Español de Málaga, sin ir más lejos, han podido constatar: si los géneros audiovisuales propios de la ficción parecen haberse estancado en un callejón sin salida, demostrando poca imaginación a la hora de reinventarse y de financiarse, los talentos más prometedores y algunas de las promesas más sólidamente confirmadas han optado por el documental para llevar a cabo sus proyectos y decir lo que quieren decir. Este diagnóstico obedece a varias razones, aunque sea de un modo arbitrario: la influencia de autores incontestables como José Luis Guerín e Isaki Lacuesta, la amplia gama de formatos de trabajo disponibles en cine y vídeo, la flexibilidad presupuestaria, la accesibilidad de los medios de producción puesta en bandeja por las nuevas tecnologías y unos sistemas de distribución (fundamentalmente festivales y televisiones) que escapan de la a menudo absurda tónica contraindustrial de las proyecciones en salas comerciales. El documental es, cada vez más, un instrumento reclamado por quienes quieren contar una historia con imágenes; la connotación notarial de la realidad, además, resulta idónea en una era marcada por el masivo acceso a la información. Como muestra de esta tendencia, un botón: el festival de cine documental gaditano Alcances, el más prestigioso de su categoría en Andalucía y uno de los más reconocidos de España, ha seleccionado en su sección a concurso para su próxima edición (que se celebrará del 8 al 17 de septiembre) las últimas obras de tres documentalistas malagueños (de un total de cinco trabajos andaluces): Nacho Sánchez, Manuel Jiménez y Macarena Astorga. Esta significativa representación confirma que la querencia al documental también tiene sede en Málaga.

Nacho Sánchez, director de los documentales La carpa (2008) y la celebrada película dedicada al poeta José Antonio Muñoz Rojas El poeta sin tiempo (2010, codirigida con Jorge Peña) compite en la sección dedicada al cortometraje documental con Matanza, una cinta rodada a las afueras de Antequera en la que la cámara asiste al ritual antropológico y gastronómico de la matanza del cerdo en un entorno rural. Con un singular montaje, el documental se adentra en la naturaleza litúrgica de un acontecimiento que sigue constituyendo una fecha señalada para cientos de familias de la provincia de Málaga. Éstas, a pesar de los impedimentos legislativos y sanitarios, mantienen viva esta antigua práctica, fundamental para la supervivencia de muchos hogares del campo.

Manuel Jiménez, director de las premiadas La aldea perdida y Hombres de sal, comparece en la sección de mediometraje documental con El pésimo actor mexicano, un perfil profesional, emocional y vital del poeta y periodista malagueño Manuel Alcántara, que ya fue estrenado el pasado mayo en Documenta Madrid con gran éxito. La cinta, producida a raíz de un encargo de la Fundación Manuel Alcántara, constituye una auténtica celebración de la amistad, el oficio, el amor, el tiempo y la existencia, a través de una de las personalidades más respetadas de la clase intelectual malagueña del último siglo.

Por su parte, Macarena Astorga presenta, también en la sección consagrada al mediometraje documental, Los ojos de Brahim, una película que ha cosechado ya diversos premios en varios festivales españoles y que sigue de cerca a un chico saharaui e invidente que estudia en la Universidad de Málaga. La producción da cuenta de los obstáculos culturales, sociales y urbanos a los que el protagonista se enfrenta cada día con una clara intención reflexiva y educativa.

Con 43 ediciones a sus espaldas, la Muestra Cinematográfica del Atlántico Alcances (fundada en 1968 en Cádiz por Fernando Quiñones) es uno de los certámenes cinematográficos más veteranos de España y una de las plataformas más deseadas por los jóvenes realizadores de documentales para promocionar sus trabajos. En la próxima convocatoria competirán 34 películas de producción española, mientras que la sección Alcances fuera de Alcances cumplirá su cuarto año con una muestra de cortometrajes de ficción. El documental gana terreno en el imaginario audiovisual y en Málaga no faltan quienes lo celebran.