Cultura

El regreso del hijo pródigo

  • 'La piel que habito', la película que ha reunido a Antonio Banderas y Pedro Almodóvar 21 años después de '¡Átame!', se estrena hoy en las salas comerciales como la obra más oscura de su director

Algunas incógnitas necesitan ser despejadas, y hoy corresponde hallar la solución en las salas de cine. Allí se estrena La piel que habito, la última película de Pedro Almodóvar, la que ha vuelto a poner a Antonio Banderas a las órdenes del realizador 21 años de su último proyecto en común. Sólo este detalle basta para despertar todas las expectativas: para bien o para mal, el manchego y el malagueño simbolizaron como pocos equipos el cine español de los 80, la urgencia por adoptar una nueva estética más allá de los límites con el fin de decir algo en una época en la que había que darse demasiada prisa para significar, para calar en una sociedad puesta patas arriba. Almodóvar se apresuró, cual Elia Kazan con su Brando, a promocionar a Banderas como su descubrimiento más feliz. El potencial dramático de aquel joven malagueño frente a la cámara nutrió cinco películas de un director dispuesto a superarse a cada partida, repletas de excesos controvertidos aunque (la historia le dio la razón a ambos) necesarios: Laberinto de pasiones (1982), Matador (1986), La ley del deseo (1987), Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988) y ¡Átame! (1990). La última, lectura libre de El coleccionista de William Wyler, significó la consagración definitiva de Banderas como actor de raza (buena parte de la crítica la sigue considerando su mejor trabajo) y el primer desencuentro serio de Almodóvar con la Academia de Cine (la cinta tuvo quince nominaciones a los Goya y no ganó ninguno). De cualquier forma, parecía que no existía criatura alguna capaz de terminar con aquel idilio. Pero sí la hubo: Hollywood, con Los reyes del mambo primero y Melanie Griffith después. Recientemente admitió Banderas que a Almodóvar le costó muchos años perdonar aquella traición, que el director le advirtió una y mil veces que Hollywood terminaría con él. No ha sido así. Hollywood y Broadway adoran a Banderas (su retrato luce en todos los puestos de caricaturistas de Central Park). Pero aquella distancia se ha resuelto 21 años después en La piel que habito. La nostalgia nunca ha sido buena consejera, pero en muchos espectadores resultará inevitable sentarse en el cine como quien se reencuentra con dos viejos amigos.

Más allá de la recomposición del tándem, la película supone un cambio notable de registro en la filmografía de Almodóvar, quien adapta la tétrica novela de Thierry Jonquet Tarántula (reeditada para la ocasión por Ediciones B) para contar la historia de un cirujano plástico que dedica años de estudio y experimentación a la elaboración de una nueva piel con la que hubiera podido salvar a su mujer, fallecida en un accidente de coche. El filme pasó sin demasiada fortuna por el Festival de Cannes, donde fue presentado (únicamente ganó el Premio de la Juventud), y la crítica lo ha acogido con amplia disparidad de pareceres. No obstante, de entrada, cabe señalar el magnífico reparto que Almodóvar ha logrado reunir en la película; además de Antonio Banderas y Elena Anaya, protagonistas absolutos, la nómina de secundarios incluye a la plana mayor de la interpretación española actual en cine y teatro: veteranos de primer orden (José Luis Gómez y Marisa Paredes), maduros incuestionables (Eduard Fernández) y jóvenes de abrumadora categoría (Roberto Álamos y Bárbara Lennie), además de novísimos como Blanca Suárez y Jan Cornet.

otros estrenos

Pero no sólo de Almodóvar y Banderas vive la cartelera malagueña este fin de semana. Hollywod, de hecho, contraataca con la que ha sido una de las sensaciones más sonadas en EEUU, Cowboys & Aliens, un híbrido entre el western y la ciencia-ficción protagonizado por Daniel Craig y Harrison Ford que cuenta la unión de colonos e indios en el Oeste americano de 1873 contra un enemigo común llegado nada menos que del espacio exterior. Para todos los públicos es Animal United, producción alemana de animación que adapta la deliciosa novelita infantil de Erich Kastner La conferencia de los animales y en la que, harta de que los hombres sólo sepan conducirse a base de guerras y hambrunas, la fauna mundial decide crear una especie de ONU alternativa para tomar las riendas y llevar el negocio a mejor puerto. Más frívola se presenta Monte Carlo, comedia norteamericana protagonizada por la gran diva teenager del momento, Selena Gómez, que cuenta el viaje de tres jovencitas a París donde una confusión termina por enviarlas al templo mundial del lujo. Cabe recordar también que el pasado miércoles se estrenó Phineas y Ferb: a través de la segunda dimensión, prolongación de la popular serie de dibujos animados. Así que por cine, que no sea: hay para todos los gustos y todas las edades.

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