El retorno del buen parásito

'Silvio José Faraón'.
'Silvio José Faraón'.

16 de junio 2012 - 05:00

Publicada desde 2005 en las páginas de El Jueves, la serie Silvio José de Paco Alcázar (Cádiz, 1970) es una especie de Peanuts a la española, con el propio Silvio José ejerciendo de Charlie Brown, cuarentón, casposo y bigotudo. La emblemática camiseta amarilla con raya negra del cabezón amigo de Snoopy tiene aquí su equivalente en el pijama amarillento de lunares grises de este otro "amigo de los niños", no menos cabezón y aspirante al título mundial de joven eterno. Este "controlador de calidad del capitalismo", como él mismo se define, coleccionista de todo y de sus propias neurosis, contradictorio, cínico irredento, lleva ya noqueado unos cuantos asaltos, pero a ver quién es el guapo que se lo dice.

El universo de Silvio José es en realidad una miríada de universos, uno -o puede que varios- por cada personaje salido de la imaginación ácida y enfermiza de Alcázar, comenzando por el sufrido padre del protagonista, el buen jubilado, y acabando con el mismísimo Dios, que le da la bienvenida al Paraíso a Silvio José al final de esta descacharrante compilación. Son todos inolvidables, el dueño de la tienda de coleccionismo, el director del zoológico, la come-hombres, el profesor de autoescuela, y, cómo no, el Geyperman de la suerte de Federico, amigo de la infancia de Silvio José, la manta de Linus, en el mundo antes citado de Charles M. Schulz.

Silvio José Faraón (Astiberri, 2012) se suma a Silvio José, el buen parásito (El Jueves, 2005) y Silvio José emperador (El Jueves, 2009) y es una ventana abierta a la sociedad medio demente y disparatada que nos hemos ido inventando entre todos, así como la enésima prueba de que Alcázar es un historietista como la copa de un pino, un sabio a su manera, un estilista de la mala leche; y de su tierno reverso, el mundo interior.

Paco Alcázar. Astiberri. 104 páginas. 18 euros.

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