Vámonos a hacer pascuas
Un libro reúne los ensayos más influyentes de González Ruiz
El Instituto Municipal del Libro y la Universidad de Málaga publican 'La provocación permanente'
El Ayuntamiento de Málaga, a través del Instituto Municipal del Libro (IML), y el Servicio de Publicaciones e Intercambio Científico de la Universidad de Málaga y la Fundación General de la Universidad de Málaga, han coeditado el libro La provocación permanente, que recoge dos ensayos del teólogo malagueño (aunque nacido en Sevilla) José María González Ruiz (1916 - 2005), doctor por la Universidad Gregoriana de Roma, canónigo de la Catedral de Málaga, autor de una veintena de libros y renovador profundo del pensamiento cristiano en el siglo XX a la luz del Concilio Vaticano II. Los ensayos reunidos en el volumen son dos de los más influyentes del autor, El cristianismo no es un humanismo y La exégesis paulina del teólogo González Ruiz. La edición del libro parte de los profesores Pablo García Alarcón y Benito Acosta, amigos y especialistas en la obra ensayística de José María González Ruiz, que ofrecieron al IML (cuyo Premio de Ensayo tiene el nombre de González Ruiz) la posibilidad de recuperar estos dos pilares de la obra ensayística del pensador. La obra se presentó ayer en el Ayuntamiento con la presencia del alcalde, Francisco de la Torre, y de sus artífices.
Uno de estos artífices, José Manuel Cabra de Luna, explicó ayer en la presentación que recordar a González Ruiz "y hacerlo precisamente con la presentación de un libro que contiene dos de sus más significativas obras es, sin duda alguna, un acto de estricta de justicia. El mejor homenaje a un escritor es leerlo, sentirlo aún vivo a través de sus palabras y que eso lo hagan el Ayuntamiento y la Universidad de la ciudad que eligió para vivir un buen trecho de su vida tiene una real importancia". Con respecto a El cristianismo no es un humanismo, Cabra de Luna recordó que este título apareció en 1965, sólo 19 años después de que Jean-Paul Sartre publicara El existencialismo no es un humanismo. "Sólo con titularla así, González Ruiz ya nos está diciendo que quiere tomar parte, que toma parte en el debate que se está librando en el mundo del pensamiento. Y lo hace, como sólo el cristiano puede hacerlo, desde la paz y la palabra". Y remitió directamente a las palabras del teólogo: "Un creyente y un no creyente pueden enfrentarse con la misma realidad humana y someterla a un análisis puramente científico: si de este análisis resulta que tal fenómeno -social, cultural, político o religioso- es alienador, ambos estarán de acuerdo en emprender honradamente una lucha para su eliminación de la ruta ascendente de la aventura humana".
Según Cabra de Luna, "es evidente que González Ruiz coincide en mucho con Sartre, pero tiene un concepto de la religión mucho más amplio y generoso que el filósofo francés. Y es que esa gratuidad de lo divino de la que González Ruiz habla, hace perder al creyente cualquier atisbo de prepotencia y le predispone para el diálogo con el otro, para amar al otro. Porque Dios habita en el otro, templos vivos decía Pablo de Tarso, y esa perspectiva teológica, que le hace asentarse en el mundo, le conecta, al tiempo, con esa potente rama de la filosofía que se ha dado en llamar de la otreidad y en la que están Levinas, Mounier o Paul Ricoeur, entre otros. Esta postura le llevó hasta la que se consideró escandalosa actitud de promover el diálogo con el ateísmo marxista".
En cuanto a La exégesis paulina, Cabra de Luna destacó la propuesta del teólogo "de superar el horizonte historicista de comprensión, para fundirlo con el horizonte comprensivo del presente".
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