El rock de Los Fabulosos Cadillacs arrasa en el Weekend Beach

Los colores albicelestes predominaron ayer en la cuarta y última jornada del festival Weekend Beach. También las camisetas de Boca Juniors, de River Plate. El público celebraba así la llegada de una de las bandas más esperadas en la cita de Torre del Mar: los argentinos Los Fabulosos Cadillacs.

Más de tres décadas sobre los escenarios avalan a una de esas bandas de toda la vida. Con la luna llena haciendo de anfitriona, Vicentico y los suyos hicieron bailar, reír, saltar y gritar repasando alguno de sus temas más reconocidos y reconocibles, que intercalaron con parte de su último disco, La salvación de Solo y Juan. Calaveras y diablitos, Matador o Mal bicho sonaron de fábula, erizaron pieles y recordaron viejos tiempos a una audiencia que disfrutó hasta la saciedad entre una inmensa nube de polvo.

Cuando Los Fabulosos Cadillacs acabaron su bis ya se oía en el escenario principal la rumba de otro de los cabezas de cartel de la noche del sábado, Estopa. Los hermanos Muñoz tienen tantas canciones conocidas que el público no paró de cantar. Lo mismo ocurría unas horas antes con la actuación de Chambao, que jugaba en casa y se notaba o con el concierto de despedida de Trashtucada mientras Delafé sudaba su concierto.

Las rimas de Mala Rodríguez y Tote King, el rock de Rosendo y L. A. pusieron más música para cerrar una nueva edición del Weekend Beach que ha conseguido confirmarse como una de las citas festivaleras más esperadas del verano. La organización cifra en 130.000 las personas que han pasado durante los cuatro días de conciertos, con una media superior a las 30.000 personas por día. Ahora solo cabe esperar un año y esperar que la de 2018 sea, de nuevo, un éxito.