Cultura

Mucho ruido, poco Auditorio

  • La batalla electoral tumba hasta diciembre la posibilidad de que las instituciones celebren el primer encuentro en torno al proyecto en cinco años

Todo empezó, como en las historias de amor, con una carta: la que el Consejero de Cultura, Miguel Ángel Vázquez, envió el pasado jueves 11 de octubre al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; al presidente de la Diputación provincial, Elías Bendodo; y al ministro de Cultura, José Guirao, titulares de las instituciones que en los últimos meses habían manifestado su interés por reflotar el proyecto del Auditorio de Málaga, sumido en el limbo desde que en 2013 el Gobierno decidiera liquidar el consorcio encargado de su financiación en virtud de la reforma de la Ley de Administraciones Públicas. En su misiva, Vázquez destacaba lo "prioritario" del rescate "de esta infraestructura cultural, un espacio escénico esencial para la ciudad, su provincia y toda el área de influencia". Y añadía: "Es mi deseo que las cuatro administraciones podamos tener una reunión de trabajo en la que encontrar juntos la mejor forma de garantizar la viabilidad y el futuro del proyecto", para lo que señalaba los días 18 y 19 de octubre (fechas que "quedarían pendientes de la disponibilidad de la agenda de los responsables de las administraciones" y el Museo de Málaga como sede para la reunión. A nadie se le escapaba que la invitación de Vázquez se producía pocos días después de que la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, convocara las próximas elecciones autonómicas para el 2 de diciembre, de manera que a la hora de convocar, aceptar, rechazar, decir no o decir el contexto electoralista sería difícilmente desplazable. Aunque los primeros encuentros de la Junta con los responsables del resto de instituciones resultaban prometedores (al menos, según señalaron fuentes de la Consejería de Cultura) respecto a la posibilidad de celebrar la reunión en los primeros días de la próxima semana, finalmente puede decirse que el contexto, por no decir directamente la batalla electoral, ha sido más fuerte.

El pasado miércoles, Francisco de la Torre solicitaba que se retrasara la reunión hasta después de las elecciones para evitar un "conflicto legal" respecto a la normativa electoral que echara por tierra los avances que pudieran darse en el encuentro. Además, apuntaba que el mismo Ayuntamiento había decidido cancelar un encuentro organizado para hoy viernes que debía servir para la presentación (y reivindicación) del proyecto arquitectónico aprobado en 2008 a través de un concurso público (y que la Junta quiere revisar para adaptarlo a las "condiciones presupuestarias actuales", frente a la posición municipal, firme en que debe aplicarse en iguales términos) justamente por los mismos motivos: para no contravenir la ley electoral. De la Torre pedía a la Junta la misma "elegancia", mientras Elías Bendodo enviaba ayer una carta de respuesta a Miguel Ángel Vázquez en la que le comunicaba su decisión, en coincidencia con el Ayuntamiento, de "respetar el proceso electoral en curso", mientras añadía: "Debemos ser respetuosos con la legislación y especialmente con la lealtad debida al nuevo Gobierno andaluz que emane de las urnas, por lo que planteamos, asimismo, el aplazamiento de la reunión propuesta. Creemos que, por respeto a los ciudadanos, un proyecto tan importante (...) debe salir del debate electoral y necesita estabilidad en las decisiones y compromisos que se adopten". Bendodo se pronunció ayer en estos términos después de que otros portavoces de la Diputación sí se mostraran favorables en un principio a participar en la reunión, tal y como sostienen desde la Consejería de Cultura. En cualquier caso, ante tales posturas parece evidente que la primera posibilidad de una reuníón en torno al Auditorio de Málaga en cinco años tendrá que esperar.

Diversos expertos en derecho administrativo consultados por este periódico ponen en duda las razones de De la Torre y Bendodo, por cuanto un encuentro de estas característas es "perfectamente legal aunque se hayan convocado las elecciones", dado que "el trabajo de las administraciones no disminuye durante el periodo electoral" y que no se trata de una inauguración ni de una presentación oficial de la que un partido concreto pudiera sacar rédito político. Otra cosa, según estas fuentes, es que alguna institución "intentara explotar electoralmente cualquier acuerdo al que pudiese llegarse en el encuentro", si bien desde la Consejería de Cultura afirmaban ayer que la idea celebrar la reunión "a puerta cerrada". En cualquier caso, el ruido continúa: el consejero Miguel Ángel Vázquez afirmó ayer en Sevilla que "el alcalde tiene una actitud timorata, no entiende el reto que significa que todas las instituciones asumamos la recuperación del auditorio para Málaga. Está poniendo una excusa bastante débil y floja. No hay ninguna legislación que prohíba que las distintas administraciones nos pongamos a trabajar en un proyecto fundamental para Málaga", e insistió en que "en cualquier caso, la Junta de Andalucía mantiene la propuesta para seguir avanzando en la recuperación del proyecto del Auditorio" mientras la presidenta de la Junta, Susana Díaz, pedía en Málaga al alcalde que aceptara "la mano tendida". Mucho ruido, sí. Auditorio, por ahora, más bien poco.

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