El premiado coreógrafo español Javier de Frutos rinde homenaje a Serguéi Diaghilev en el centenario de la creación de los Ballets Rusos en una obra para el teatro Sadler's Wells londinense, que posteriormente pasará por Barcelona, Dijon y París .

La obra forma parte, junto con otras tres de Sidi Larbi Cherkaoui, Russell Maliphant y Wayne McGregor, del programa titulado En el espíritu de Diaghilev, cuyo estreno mundial tendrá lugar el 13 de octubre. De Frutos ha llamado a su composición Maldición eterna a Sancho y Sánchez, en alusión al título de una novela del argentino Manuel Puig, pero también porque, según confiesa, "es que lo que deseo a dos personas que me han amargado la vida".

El coreógrafo, quien se reserva los nombres de esas dos personas, afirma que le han servido de inspiración para crear a varios personajes de su obra, uno es de "una musa que se convierte en puta" y otro "un papa imaginario escocés". Este último está influido por el actual Pontífice, al que el coreógrafo acusa de homofóbico.

Galardonado con el prestigioso premio Olivier del teatro británico, el artista español nacido en Venezuela, representó a Reino Unido en la Bienal de Venecia y explica que ha escrito el guión según el estilo del escritor francés Jean Cocteau, quien trabajó para los Ballets Rusos. A esto añade que, en los ballets los "guiones son siempre referencias muy vagas: la danza es el medio donde mejor se expresa la ambigüedad frente a la palabra".Respecto al estado del ballet en España, de Frutos puntúa que la mayoría de los buenos bailarines y coreógrafos españoles se ven obligados a trabajar fuera y cita a Rafael Bonachela, a Blanca Li y a Tamara Rojo, entre otros. De Frutos culpa en parte al hecho de que frente de la Compañía Nacional de Danza española, Nacho Duato lo esté "acaparando todo de forma que no hay manera de entrar", declara.