"La subida al escenario es nuestro momento para ponernos guapos"
Marc. Vocalista de Sidonie
La banda barcelonesa llega mañana a Málaga dispuesta a incendiar el escenario del Ojeando Festival. Sidonie vuelve a la carga con 'Sierra y Canadá', una historia de amor poco convencional.
-¿Quién está detrás de esta fábula de amor?
-Sierra y Canadá cuenta la historia de una pareja que decide robotizarse y mecanizarse al verse incapaces de mantener el amor que sienten el uno por el otro.
-No es casualidad entonces que en este disco predominen los sintetizadores frente a las guitarras como en anteriores trabajos.
-Exacto, buscábamos algo que sonara muy electrónico, a película de ciencia ficción, tipo Blade Runner.
- De hecho este álbum tiene mucho de cine. Canciones como Hiroshima mi amor, Gainsbourg...
-Es que somos amantes del cine. Es nuestro particular alimento para poder contar historias. Nos lo tomamos como una especie de juego, Gainsbourg es un personaje muy importante para nosotros y queríamos compartirlo con nuestro público. Nos encantó incluirlo en la historia de amor de Sierra y Canadá.
-Puestos a contar una historia de amor, ¿no fue Serge Gainsbourg quién acabó sustituyendo a Jane Birkin por su adicción a las mujeres y al alcohol?
-Pero es que las canciones de Sierra y Canadá esconden mucho desamor. De ahí que nuestra idea sea añadirle ritmos muy potentes, para contrarrestar esa percepción. De otra forma terminarías suicidándote al terminar el disco (risas).
-Además del desamor, ¿en Yo soy la crema os jactáis de la industria musical?
-Es una ironía que mucha gente no ha entendido; en esta canción nos referimos a estos personajes mediocres que viven en el barrio de Gracia en Barcelona o Malasaña en Madrid y son incapaces de transmitir nada. Mucha gente sabrá de quienes hablo (risas).
-Sorprende saber que es la tercera vez que visitan Málaga en lo que llevamos de año...
- Parece que la ciudad nos está persiguiendo (risas). Fue aquí donde presentamos por primera vez este álbum. Lo vemos como una oportunidad perfecta para ofrecer a los malagueños algo diferente a las otras dos ocasiones anteriores.
-En esa línea, ¿alguna sorpresa a la vista para el Ojeando Festival?
-De momento vamos a tocar un par de canciones nuevas que no incluimos en el disco. Y alguna que otra sorpresa que no podemos desvelar de momento.
-¿Se sienten más cómodos en el marco de los festivales que en las salas convencionales?
-Las dos cosas nos encantan. Pero en un festival como el de Ojén, tienes a tu disposición una serie de vatios e iluminación que las salas no tienen. Además, te lo tienes que currar mucho para estimular a la gente que va a un festival.
-Hacer de su espectáculo una fiesta...
-Somos incapaces de entender el rock de otra forma que no sea reunido con la banda, mis amigos. Es nuestro momento para ponernos guapos, gustar a la gente... y eso se acaba transmitiendo.
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