Es el turno del telón de Ferrándiz

En 1869 un gran incendio asoló el Teatro del Príncipe Alfonso. Siete meses más tarde, bajo la dirección del arquitecto Gerónimo Cuervo, resurgía un nuevo edificio que fue bautizado como Teatro Cervantes. Su apertura se estrenó con dos grandes aportaciones, creación del pintor español Bernardo Ferrándiz. Una de ellas es el lienzo que cubre el techo de la sala. Los trazos de pintura representan una alegoría de la ciudad en la figura de las Bellas Artes, que emplazó en el centro del lienzo rodeada de todos los aspectos de su economía, entonces en pleno florecimiento: agricultura, alfarería, industria, transporte y pesca. La majestuosa estampa fue restaurada en los meses de agosto de 2004 y 2005, aprovechando el cierre del teatro. La otra obra de Ferrándiz también ha permanecido allí desde el principio, coronando el escenario. Su función ha sido muy importante en cada espectáculo, pero desde hace unas décadas su labor pasó a ser el de un espectador oculto. Su mal estado de conversación y su fragilidad le obligaron a estar en segundo plano pero ahora le toca volver a lucirse. Se trata del telón de boca, uno de los más conseguidos en la España del siglo XIX.

La restauración del bastidor lleva planeándose hace muchos años, especialmente tras la actuación sobre el techo, con el fin de completar la revaloración histórica y artística de las más singulares obras que ornan el espacio y que además tienen un común la autoría (Bernardo y Antonio Muñoz Degrain, entre otros) y la fecha de ejecución, 1870. Ahora, por fin, es cuestión de unos meses.

La última vez que se exhibió al público fue en 2012, como motivo del 25 aniversario de la reapertura del teatro, en un acto presentado por Carlos Álvarez en el que se interpretó la opereta de Lehár La viuda alegre. En este 2017, y coincidiendo con el 30 cumpleaños de la reinaguración del edificio de Gerómino Cuervo, el Ayuntamiento de Málaga, la Fundación Málaga y el Teatro Cervantes abordarán conjuntamente la restauración del telón de Ferrándiz. Un proceso complejo del que se encarga la empresa Quibla Restaura, experimentada en la rehabilitación cultural.

Unos pocos pudieron verlo ayer por última vez antes de que comience su restauración. El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre y el presidente de la Fundación Málaga, Juan Cobaleda, anunciaron la iniciativa en el mismo escenario del Cervantes, con el telón bajado. Con ellos estuvieron presentes la concejala de Cultura, Gemma del Corral; el gerente del teatro, Juan Antonio Vigar, y la autora del proyecto de restauración, Estrella Arcos quien se refirió al telón como uno de los mejores de España, "peculiar como pocos", señaló.

Según explicaron el coste del proyecto, que comenzará "en breves", se cifra en 95.000 euros más IVA y tiene prevista una duración de cuatro o cinco meses. "Esa es la ilusión, que se pueda hacer ese plazo para tenerlo acabado en el mes de noviembre, si fuera posible en los días previos de una celebración de una ópera como es Turandot, pudiéramos tener visible este telón de boca para todos los malagueños", destacó Vigar.

"Para todo restaurador esto es un reto que supera cualquier imaginación", confesó Arcos, "un reto de 130 metros cuadrados. Todas las dificultades se ven multiplicados por el tamaño, desde el sitio donde se va a llevar a cabo hasta las circunstancias actuales en las que se encuentra". Según contó la restauradora su reciente estado proviene "de dos intervenciones anteriores muy agresivas y terriblemente nefastas".

Del trabajo que van a realizar en los próximos meses, explicó que en el proceso "casi de microcirujía" intervendrán ocho personas y se llevará a cabo en dos fases. La primera, sobre el escenario del propio teatro con el sentado de color para poder realizar su traslado sin mayores riesgos. Un gran cilindro de madera "de 12 por 3 metros, con eje central metálico y entelado", detalló Vigar, permitirá extenderlo en su totalidad para la intervención sobre el soporte. Finalmente, el Patio de Banderas del Ayuntamiento acogerá a la obra hasta la finalización de los trabajos con la intención de llevarla a cabo a la vista de cualquier interesado en el patrimonio malagueño.