Cuatro ventanas al séptimo arte

Tras dos años de cierre y tras la semana de festival, el Albéniz reabrió ayer sus puertas con una programación que incluye el cine en versión original · En sólo diez días su tarjeta club ha superado el millar de socios

R. C. / Málaga

26 de abril 2010 - 05:00

La piel de la calle Alcazabilla ya transpira cine. Y no sólo por la alfombra roja del festival clausurado el pasado sábado. El culpable responde al nombre de Albéniz y, tras dos años desaparecido regresó ayer junto al Teatro Romano, para quedarse. Sus renovadas cuatro salas estrenaron una jornada dominical de relativo éxito. Las dos primeras sesiones, la del mediodía y la de la sobremesa registraron unos 200 espectadores de un total de 700 butacas, según informaba ayer Andrés Podadera, gerente del multicines. La versión de Tim Burton de Alicia en el país de las maravillas en 3D, y Fantastic Mr. Fox ganaron la partida frente a la comedia Qué se mueran los feos, y Ajami, un drama israelí en versión original. "Nos ha costado traerla. Las cintas en versión original salen con muy pocas copias y cuando ven que nuestras salas son nuevas, que aún no tienen histórico de cifras cuesta más trabajo", detallaba Podadera

Aún así, las primeras impresiones redundaban en la necesidad de recuperar parte de aquella extinta cinemateca de la que se nutrieron durante años los cinéfilos de pro. "Dejar este tipo cine en el centro de Málaga es lo mejor que podrían haber hecho. Excepto el Alameda, fuera del circuito comercial no había nada", expresaba Germán de Fernando. La última película de este tipo que recuerda haber visto en las salas de Alcazabilla fue What's a wonderful world, una coproducción entre Francia, Marruecos, Alemania estrenada hace dos años.

Además de modernizar la acústica y el visionado de sus pantallas, el nuevo Albéniz incluye entre sus novedades la posibilidad de obtener una tarjeta de socio del Club Albéniz través de su web (wwww.cinealbeniz.com). Desde que se activó el pasado 14 de abril hasta ayer ya había superado el millar de socios (1.063), "y sólo en las primeras once horas sumó 135 socios" recordaba el gerente. El poseedor de la tarjeta tiene un descuento de un euro en las entradas (el precio normal es de 6 euros, con rebajas para estudiantes, niños y mayores), entra en el sorteo de pases gratuitos y podrá asistir a los preestrenos que gestione la sala. "Además podrá conocer la programación semanal antes de que salga en la prensa y opinar sobre ella", añadía Podadera. Las tarjetas se empezarán a entregar en taquilla a partir del próximo 3 de mayo.

Uno de los propósitos pasa por contar con las sugerencias y demandas del público para perfilar la cartelera. "Que nos digan que título o ciclo de cine les gustaría ver. Al ser un espacio pequeño podemos contar con esta opción", matizaba el responsable. Podadera confía en que el boca a boca funcione, y que en los próximos días la afluencia de público aumente. Una de sus bazas es "el renovado confort" con el que cuentan sus salas. Se ha reducido el número de butacas (numeradas) de 440 a 309 con idea de ganar en amplitud y aumentar hasta un metro la distancia entre un asiento y otro.

El hecho de contar con un sistema de sonido envolvente (Dolby Digital EX), de poder proyectar en tres dimensiones y de ser en estos momentos la única pantalla en Málaga en la que se puede ver Fantastic Mr Fox, suma puntos. Precisamente, Ernesto Aguilera y Laura Ramos se acercaron ayer al Albéniz con la intención de ver esta película en inglés, pero no hubo suerte. "Nos pensábamos que todas las salas tenían versión original", lamentaban ambos jóvenes. Aún así, agradecieron el reencuentro con un espacio cultural (de titularidad municipal) en la ciudad donde poder elegir entre la filmografía americana y europea, alejado del bullicio de un centro comercial, más cercano a aquel Albéniz que alimentó los sueños de varias generaciones. "Y pon que las palomitas llevan aceite de oliva", apuntaba entre risas su gerente.

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