Cultura

La vida contada en serie B

  • La 'Killer Barbie' Silvia Superstar inauguró recientemente la exposición 'From sex to punk' de La Térmica como DJ y atendió a 'Málaga Hoy'

"Simplemente me aprovecho del hecho de que soy guapo, que tengo buen tipo y gusto a las chicas", confesaba Sid Vicious, eterno integrante de los Sex Pistols, alarde del sexappeal inusitado que despertaba entre el público como perfecto dandy del desastre. Algo parecido le tuvo que pasar a Silvia Superstar (Silvia García) para acabar cautivada por el torrente punk que procesaba la banda, que a día de hoy, sigue vigente en cada una de sus muchas facetas. La artista, DJ, actriz, modista y empresaria (ahí es nada), encargada de amenizar la inauguración de la exposición From Sex to Punk, ofició una ceremonia en La Térmica a través de una sesión de Dj y ante la ausencia de Paul Cook, batería de la banda. Una misa dedicada al punk del 77 donde no faltaron sus mayores representantes: The Clash, Ramones, Blondie, Siouxsie & The Banshees, y cómo no, las cuatro joyas de la corona británica más desenfadada.

"No estamos hablando sólo de música. El punk fue más allá y trajo consigo un montón de cosas, y los Sex Pistols son la pieza clave de todo ese movimiento. La exposición es fantástica en ese sentido, porque no muestra las imágenes promocionales de la banda, si no que revela muchas fotos desconocidas que hizo la gente que les rodeaba", confiesa la que fuera integrante de la última etapa de Aerolíneas Federales o Killer Barbies, memorables bandas del punk español más underground de los 90. Precisamente Silvia Superstar vuelve a reunirse con estos últimos tras un parón de 8 años, en los que la artista continuó en solitario con Silvia Superstar & The Fabulosos, su formación de un corte más retro y rockabilly. Lo que comenzó como una reunión puntual para tocar en el festival conmemorativo por el 25 aniversario de su discográfica Subterfuge, terminó con una improvisada gira que comenzó en la sala Cats de Madrid el pasado 17 de octubre junto a sus compañeros en mil batallas: el batería Billy King y el resto de los Killer Barbies. "Nos dimos cuenta de que la energía de la banda seguía latente en el escenario, que éramos los de siempre. Killer Barbies forman un pilar muy importante en mi vida, nos separamos porque estábamos un poco quemados después de tanto tiempo, pero siempre le tuve guardado un cariño muy especial a la banda. Y aquí estamos, este era el momento. Las cosas pasan cuando tienen que pasar" celebra la cantante del emblemático Love Killer, a día de hoy uno de los grandes himnos del punk patrio.

Han pasado 20 años desde que la formación de Silvia Superstar comenzara su andadura por el escenario alternativo de Vigo, su ciudad natal, y por alguna razón parece que el tiempo no ha pasado a la hora de entender su música. "Con esta gira nos hemos encontrado a nuestros seguidores incondicionales de los 90, pero también gente muy joven. Te das cuenta entonces que la música no entiende de tiempo o edad, llega a todo tipo de públicos. Lo único que importa es que a ti te guste esa música aunque pasen los años, y a mí, que quieres que te diga, me parece la bomba".

Bomba o no, contra todo pronóstico la artillería Barbie consiguió traspasar fronteras por aquel entonces. "Nos pasaba algo muy curioso, y es que siempre nos ocurrían cosas importantes cuando estábamos apunto de deshacernos. Así es como llegamos a Alemania gracias a Drakkar, un subsello de BMG, que tenían un espíritu muy parecido al nuestro pese a pertenecer a la gran multinacional. Y tuvimos que aprovecharlo, sacamos dos discos en Alemania y Japón". De hecho, esta vuelta de Killer Barbies parará por Alemania en 2015, donde esperan reencontrarse con el público germano . Fue precisamente allí donde la formación punk materializó uno de sus greatest hits: ser teloneros de la gira alemana del cantante Iggy Pop. "También nos acompañó Michael Monroe de los Hanoi Rocks, del cual soy tremendamente fan. Aún recuerdo los saltos de alegría. La primera noche Iggy nos invitó a su camerino porque nos quería conocer y fue muy simpático. Nos tomamos una copita de vino y hablamos de muchas cosas , así que imagínate, con los pies a un palmo del suelo (risas)". Al de Michigan se suman varios nombres propios que se cruzaron en momentos cruciales para la carrera de Killer Barbies como Foo Fighters en Japón, Limp Bizkit o los Misfits en un especial de Halloween de Nueva York, que tal y como apunta la propia Silvia, "coincidió con otra época en la que estábamos a punto de disolvernos, y claro, de repente surgían estos momentos cruciales (risas), pero bueno pese a lo agotador de nuestras giras, este tipo de cosas lo borraban todo. Tener una banda significa convivir con cuatro personas, siempre van a surgir roces y desavenencias, pero cuando estás ahí arriba todo cambia. Terminan convirtiéndose en chorradas".

Tenemos grupo, tenemos gira, pero ¿tenemos álbum?. "La idea es sacar un recopilatorio con algunos temas nuevos. El problema es que no tengo demasiado tiempo, imagínate, llevo un tiempo con la guitarra en casa fuera de su funda encima del sofá porque se que en el momento que la coja, las canciones salen solas. Cuando llevo mucho tiempo sin componer, parece que las vomito (risas) así que seguramente haya algo nuevo de los Killer Barbies".

Tras más de 10.000 discos vendidos en cada uno de sus memorables Dressed to Kiss (1995) Only for Freaks (1996) o Big Muff (1998), no hay faceta que se le resista a la gallega. Esta ambición rubia del punk ha pasado de montar su propia línea de ropa (Éxotica, una colección muy personal inspirada en los gloriosos 50s de Hollywood) a participar en una generosa cantidad de películas de serie B bajo el inconfundible sello de Jess Franco. "Es un tipo de cine que me gusta mucho, ¡porque además es muy punk!. En la serie B hay mucho de realidad. Al final la actualidad supera cualquier película de serie B, pero elevado al cuadrado, vamos (risas)".

Hasta el momento su última faceta es la de empresaria de locales nocturnos, pese haberse dedicado a ello toda su vida.. "Me considero una empresaria forzada (risas), porque antes de empresaria, me considero artista. Ahora bien, lo hago a la fuerza porque vivir del mundo de la música es muy complicado, tienes que tener otras cosas. Y en cualquier caso están muy relacionados. Mis bares al final se convierten en un punto de reunión para la música". De esta forma, Silvia Superstar ha convertido sus pubs en una visita obligada de la capital, que a la espera de abrir un tercero, ya cuenta con El Fabuloso y Coconut entre los locales de moda de la noche madrileña. ¿Y no decía Goethe aquello de "la noche es la mitad de la vida (y la mejor mitad)". Algo parecido le ocurre a Silvia Superstar. En cualquier disciplina, en cualquiera de sus formas: la noche es suya. Pues ya lo confesaba con determinación en aquel alegórico Soy una Punk de Aerolíneas Federales: "En casa me dicen que no puedo salir, que la noche no es joven, que no es para mí". Y como era de esperar, este portento punk, nunca atendió a muchas recomendaciones.

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