El ÍBEX 35 y la importancia de los dividendos

Elíbex 35 ha alcanzado esta semana nuevos máximos anuales y acumula una rentabilidad desde comienzos de año de en torno a un 17%, una de las mayores entre los índices europeos. Los valores que más han aportado a su revalorización han sido los bancos, con BBVA a la cabeza (+56%), Inditex (+50%), las compañías ligadas al turismo como Aena y Amadeus, y las compañías de infraestructuras como ACS y Ferrovial. Incluyendo los dividendos, la rentabilidad del Íbex desde comienzos de año es de un 22%, lo que supone que han aportado más de 4 puntos de rentabilidad al conjunto de las compañías del índice.

La importancia de los dividendos en la bolsa española queda patente si analizamos las rentabilidades a largo plazo. Así, desde el año 2.000 el Íbex 35 registra unas pérdidas acumuladas de un 25%, equivalentes a una rentabilidad de un -1,2% anual durante 23 años. Sin embargo, incluyendo los dividendos la rentabilidad acumulada es de un 94%, equivalente a un 2,9% anual, lo que confirma que los dividendos aportan en torno a un 4% de rentabilidad anual a una cartera diversificada de la bolsa española.

La rentabilidad total del 2,9% anual desde el año 2000 no es representativa de la que cabe esperar en los próximos años en la bolsa española, pues se vio penalizada por las dos grandes crisis de este período: el estallido de la burbuja puntocom y, especialmente, la gran crisis financiera de 2008-2012. En nuestra opinión, en la próxima década la rentabilidad total de la bolsa española podría situarse en torno al 8% anual incluyendo dividendos, partiendo de unos niveles de valoración muy por debajo de su media histórica.