Análisis

Antonio Sempere

Incomprensible

No entiendo cómo TVE puede prescindir de 'Millennium'

Hay extremos que se me escapan acerca de los comportamientos de la televisión pública. Les pongo un ejemplo práctico, para mí demoledor. No entiendo cómo TVE puede prescindir de Millennium, cuyo último programa se emitió hace 25 semanas, y a la vez poner en marcha el concurso diario ¿Juegas o qué?.

Si el quid de la cuestión estriba en que Millennium dejó de emitirse cuando su patrocinador, un banco para más señas, lo abandonó a su suerte, habría que aclarar que el concurso de marras se puso en marcha sin empresa privada que lo apuntalase. Y otra cosa. Si el problema de Millennium estriba en que está impulsado por una productora privada, por lo que no es 100% producción propia de TVE, continúo sin comprender por qué ¿Juegos o qué?, también obra de una productora, no tuvo ningún impedimento a la hora de ver la luz.

Aunque yendo al grano, lo que verdaderamente me deja perplejo es lo siguiente: cómo es posible que una alucinación como ¿Juegas o qué? se pasee por las tardes de La 1 como si tal cosa, consecuencia de que alguien dio luz verde al proyecto en la televisión pública, mientras a un programa modélico como Millennium se le cortaron las alas.

La televisión pública necesita programas como Millennium, con fuste, con rigor, que aporten prestigio a la cadena que los emite, y que muestran tanto si se miran de lejos como si se miran con lupa que sus contenidos se ajustan como un guante a lo que se entiende por televisión pública. ¿Juegas o qué?, por el contrario, es un dislate que no debiera haber pasado ni un filtro para ver la luz. Es esta indefinición en sus objetivos lo que lastra el futuro de la tele pública.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios