El parqué
Álvaro Romero
Ascensos moderados
Hace unos días, el puerto malacitano recibió la visita de un muy interesante ferry; un barco que dejó ver la contraseña de una compañía que nunca hasta la fecha había visitado las aguas malagueñas. Cumplimentando dos escalas en días consecutivos, el buque de bandera italiana Sardinia Vera atracaba en el muelle número cuatro para realizar dos descargas de conches procedentes del puerto marroquí de Tánger.
Pero antes de reseñarles algunos datos sobre nuestro protagonista de hoy, les explicaré cómo un ferry que habitualmente lleva pasaje, vehículos y carga rodada realiza navegaciones convertido en un transporte de coches. Teniendo en cuenta que muchas compañías que operan con ferris siempre tienen en sus flotas algún barco que por determinados motivos no está operando en una ruta, la opción de un fletamento puntual para transportar coches o incluso algún tipo de carga rodada es una magnífica opción para rentabilizar a un buque que está parado.
Atendiendo a esta circunstancia que evita que un ferry esté inactivo, les diré que, en los últimos años, las aguas malacitanas han visto la llegada de dos barcos de estas características convertidos eventualmente en cocheros. Luciendo los colores de Baleària, en marzo de 2016, el ferry Poeta López Anglada realizaba una descarga de coches atracado en el muelle 3-A3 mientras que, en el mismo mes, pero en 2018, el Almariya de Trasmediterránea efectuaba una operativa similar amarrado en la terminal de contenedores.
Mencionados estos antecedentes malagueños y volviendo a nuestro protagonista de hoy, les diré que el Sardinia Vera está operado por la compañía Corsica Ferries/Sardinia Ferries; una naviera franco italiana que enlaza Córcega, Cerdeña, Elba y Palma de Mallorca con diversos puertos continentales franceses e italianos. Con 120,7 metros eslora, este buque construido en Alemania en 1975 tiene capacidad para 1.500 pasajeros, pudiendo transportar como ferry un total de 550 coches. Todo un veterano del que próximamente les contaré algunas cosas más. Un barco pintado de amarillo que en sus dos recientes visitas malagueñas llamó poderosamente la atención además de por su color por la bandera española que mostró en su mástil.
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