Juan López Cohard

Amsterdam mon amour

El zoco

07 de marzo 2023 - 01:31

Vaya! Rafael del Pino, presidente ejecutivo de Ferrovial, ha hecho que los miembros del Gobierno le salten a la yugular ante el anuncio de que la empresa traslada su sede a los Países Bajos. No se han parado en descalificativos. El presidente del Gobierno le ha llamado "antipatriota" (no es el más indicado con los socios que se ha echado) y la ministra Ione Belarra (gran experta en operaciones societarias y economía) ha calificado como "empresa pirata" a Ferrovial.

Le doy toda la razón al jurista profesor Pedro Moreno Brenes, al que admiro y respeto, cuando dice que lo que da "grima" es aducir para el traslado a los Paises Bajos que estos son "un entorno más favorable para negocios e inversores, un ordenamiento jurídico confiable y un sólido marco de gobierno corporativo". No, no existe inseguridad jurídica en estos momentos, pero sí que existe una inseguridad política que puede llevar a ella. Véanse los ataques directos y personalizados a empresas y empresarios por parte de miembros del Gobierno. Pero dicho esto, dentro de la Unión Europea las empresas son libres de ubicar su sede donde les plazca. La Fiat dejó Italia; Ikea a Suecia; Renault a Francia y así tantas otras, y todas ellas se establecieron en Países Bajos. Vamos a ver, los motivos son meramente empresariales y financieros. No se trata de pagar más o menos impuestos. Ferrovial seguirá pagando en España lo mismo. Equiparar a Holanda con un paraíso fiscal es absurdo. De lo que se trata es de que, por un lado, a partir del Brexit, Londres dejó de ser el epicentro de las inversiones europeas y el foco se centró en Amsterdan, convirtiéndose ésta en el punto de mira de los grandes fondos de inversión. Ello le ha llevado a ser el primer mercado bursátil de Europa con una capitalización de más de 825.000 millones de euros (nuestro Ibex-35 tiene unos 600.000 millones). Y, por otra parte, cotizar en el selecto grupo Euronext holandés supone estar conectado directamente con Wall Street, lo que facilita acceder al mercado de capitales en dólares, vía préstamos o ampliaciones de capital.

Las salidas de tono de los miembros de este Gobierno, muy nervioso ante las próximas elecciones, están absolutamente fuera de lugar. Muchas empresas, yo diría que casi todas, de las que componen el Ibex-35 tienen la mayor parte de su negocio fuera de España. El Banco Santander obtiene el 89% de su facturación en el extranjero por lo que un 79% de sus impuestos los paga fuera de España. Igual le pasa al BBVA que con un 83% de facturación fuera, el 74% de sus impuestos se devengan en el extranjero. Y, como ellos, Mapfre, Sacyr, Iberdrola, ACS, Colonial, Inditex y un largo etc. No se puede demonizar, y menos castigar, la salida de las empresas multinacionales españolas y a la vez perseguir que las multinacionales de otros países se instalen e inviertan en España.

Que sean los fanáticos de Podemos que ni saben lo que es una empresa, los que griten como Hugo Chaves y Maduro "¡Expropiesé!" es lógico, pero que se una a ellos Pedro Sánchez o Calviño es lamentable e impresentable. ¿Qué pretenden? ¿Que acabemos como en Venezuela, con una tasa de inflación del 4.087%, una tasa de pobreza extrema del 96% y todas las empresas en manos de analfabetos económicos amigotes del partido? No, no, por favor, Amsterdam mon amour.

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