Res Pública

José Antonio Montilla

montilla@ugr.es

Andalucía antieuropea

Se el PP defiende la legalización de las explotaciones de Doñana es para conseguir votos en la zona

En 2021, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea condenó a España por no hacer lo suficiente para proteger los acuiferos de Doñana. Entonces no impuso multa pero avisó de que estaría vigilante para comprobar la actuación de las administraciones a fin de conjurar el grave riesgo ecológico que se cierne sobre un patrimonio natural de la humanidad. La respuesta de los grupos parlamentarios de la derecha andaluza, PP y Vox, ha sido tramitar una proposición de ley para legalizar los cultivos que están esquilmando esos acuíferos. No es que vaya a incumplir la sentencia europea, es que, como hacen Orban en Hungría o Morawiecki en Polonia, la desafía frontalmente. Basta recordar que la Comisión envió una carta a España a finales de marzo en la que definía esta proposición de ley como una "violación flagrante" de la sentencia de 2021. En cualquier Estado europeo, distinto a Polonia o Hungría, sería impensable que un Parlamento continúe tramitando una ley pese a una advertencia tan rotunda de la Unión Europea. Sin embargo, Andalucía pretende hacerlo, con el aplauso y premio de los beneficiados por una ley antieuropea, como si fuera una democracia iliberal.

En los últimos días, la Junta se ha mostrado dispuesta a negociar la ley con la Unión Europea. Sin embargo, son palabras vacías, puro postureo para ganar algo de tiempo. La posición de la Unión Europea está clara al haberse expresado en cartas y preguntas en el Parlamento Europeo. También la de todos los científicos, que alertan del daño que se hace al Parque Nacional. La propia Junta sabe perfectamente que esa Ley nunca se podría aplicar. El Gobierno de España la recurrirá al Tribunal Constitucional y éste deberá suspenderla automáticamente. Además, teniendo en cuenta las cuantiosas multas a las que debería hacer frente España, y luego repercutir a Andalucía, no se atrevería a aplicarla.

Sin embargo, la derecha andaluza tampoco va a retirar la iniciativa pues no estamos ante un debate ambiental. Si el PP defiende la legalización de las explotaciones que están secando Doñana es simplemente para conseguir votos en esa zona. Y no se va a mover pues si lo hace perdería esos votos en favor de Vox. Por tanto, continuará adelante con la ley. De esa forma, el PP puede lograr el gobierno en cuatro o cinco pueblos de Huelva de la misma forma que Bolsonaro ganaba en la Amazonia legalizando la tala masiva. En fin, resulta difícil saber que es populismo pero resulta fácil comprobar que en la actuación de la derecha andaluza en Doñana hay populismo dañino para el medio ambiente.

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