Esta boca es tuya

Antonio Cambril

cambrilantonio@gmail.com

Banderas al viento

¿Por qué utilizan la bandera como un arma electoral? ¿Por qué dan tantas vivas a España y tan poca vidilla a los españoles?

Lo tengo recién explicado: me levanto cuando me despierto, me acuesto cuando me entra sueño y escribo cuando me da la gana. Lo hago ahora, en el silencio de las seis de la madrugada del día tres de enero. He leído los periódicos y comprobado que el PP es un partido regalón y solvente. Si la leyenda cuenta que el padre de Sabina emergió súbitamente de la bruma y se cuestionó justo antes de morir "¿De dónde sacarán tanto dinero las diputaciones?", yo me pregunto antes de expender este artículo de dónde lo saca el Partido Popular. Ayer, por no alejarme mucho en el tiempo, repartieron cuatro mil banderas de España entre los asistentes a la celebración de rendición de Granada en 1492 para que los partidarios de la Toma se expresaran con una sola voz (ojo con las erratas, compañeros, no vaya a trastocarse la ese, aparezca "una sola Vox" y me armen la de Dios es Cristo). Con tanta rojigualda, los concejales desfilando vestidos de cigarrones, la visita a la Catedral y la presencia de la Legión, algún septuagenario podría sentirse víctima de un espejismo y concluir que, en vez de una fiesta popular, contemplaba una especie de exaltación del postnacionalcatolicismo.

Amén de la maravillosa riqueza del PP, me sobresaltan otras cuestiones ¿Por qué un partido tan dadivoso es tan cicatero con los pensionistas y niega el aumento a 900 euros del salario mínimo interprofesional que en Francia supone prácticamente el doble? ¿Por qué no reponen el dinero que la ciudad perdió bajo el mandato de Pepe Torres, su alcalde, en la venta de la Casa Ágreda, en los sueldos fantasma de Emucesa, en los centros comerciales que se construyeron en espacios públicos junto al pabellón deportivo Mulhacén y en algunos otros sitios, según sentencia reciente del TSJA? ¿Por qué no reparten billetes de cincuenta euros? ¿Por qué no ofrecen barajas españolas para que la gente se los juegue al burle y donde las figuras sean reyes, reinas, damas y caballeros de oros, espadas, copas y bastos con los rostros de Rato, Mato, Blesa, Matas, Fabra, González, Cospedal, Zaplana, Cifuentes, Costa, Correa o el Bigotes? ¿Por qué utilizan la bandera como un arma electoral? ¿Por qué dan tantas vivas a España y tan poca vidilla a los españoles? ¿Por qué?

Lo dejo. Son las siete y cuarto. He ojeado los digitales y he mirado por la ventana. He visto las montañas nevadas y las banderas al viento. Y me ha invadido la impresión de que en España empieza a amanecer. ¡Toma!

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