Barcelona y Madrid unidas

Parece que, en esta guerra abierta entre taxistas y ciudadanos, hay más engaño del que debiera

Lo que la política lleva años sin conseguir, que las dos mayores capitales españolas luchen por un fin común, ha sido posible gracias a las "civilizadas" huelgas de taxistas. Y lo que estaba claro es que sus dos alcaldesas, a la hora de elegir entre apoyar a los ciudadanos o a los que paralizaban violentamente ambas ciudades, han optado por estos últimos. Debe ser que la coacción tiene su atractivo para ciertas ideologías.

A la hora de observar las reivindicaciones de estos gremios, taxistas y VTC, es interesante ver, a través de las redes, el incremento permanente que se está produciendo en el precio de las licencias de estos servicios. Y los ayuntamientos mirando para otro lado, frotándose las manos con el negocio que hacen en cada traspaso de las mismas. Por eso cabría pensar que ha llegado la hora de proponer una regulación similar a la de otros sectores.

Por costes de licencia las de taxis son cercanas a la mitad del precio de las de farmacias. Ambos servicios están limitados a la cantidad de población y por ello podrían ser traspasables de uno a otro sus normativas. La primera y más interesante es que hay que ser farmacéutico para optar a una licencia, además de presentarse a un concurso de méritos, lo cual haría por similitud que sólo los profesionales del taxi acreditados y con un buen nivel de calidad, decoro y estilo de conducción fuesen candidatos a las mismas. Por otra parte, cada farmacéutico sólo puede poseer una licencia de farmacia, y por tanto en el caso de los taxis evitaría la acumulación que se está produciendo hoy día. Evidentemente estas condiciones, para todos aquellos taxistas que cumplen con su trabajo y que dependen de su única licencia para vivir, son positivas y evitan el intrusismo y la mala praxis. Y para los ciudadanos poder viajar seguros, con buenos profesionales que velan por su negocio personal, es una garantía.

Pero parece que, en esta guerra abierta entre taxistas y ciudadanos, hay más engaño del que debiera. Ver como en Barcelona se quiso votar el apoyo a la huelga en función del numero de licencias que poseía cada empresario, ha sido muy ilustrativo. Sabemos que están prohibidos los cierres patronales y aquí hay mucho patrón enfrentando a sus empleados contra la policía. Por tanto, una prohibición de poseer varias licencias sería positiva y, sin duda, estar en contra de ello exigiría muchas, muchísimas, explicaciones.

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